Un gran porcentaje de pequeñas y medianas empresas fracasan durante los primeros dos o tres años. Si usted busca poner en marcha un negocio, evite caer en los errores comúnmente cometidos por emprendedores novatos, según CNN Expansión.
Poca flexibilidad
Los dos primeros años son elementales para instaurar bases sólidas con respecto al negocio. Durante ese periodo, el emprendedor debe descubrir y explorar el rubro al cual está orientado; construir un modelo de negocio, determinar las vías para generar valor y rentabilidad, comprobar las hipótesis en torno a la nueva empresa.
Los emprendedores suelen enamorarse de su producto o servicio, y se tornan poco flexibles a los cambios que desafíen aquello que ofrecen.
Comprender de modo insuficiente al cliente
La mayoría de emprendedores tiene ansias de ofrecer un producto diferente, un servicio revolucionario. Cuidado. El primer paso radica en entender, en la medida de lo posible al cliente, no basta con identificar su perfil socioeconómico. Las motivaciones y las razones de compra del cliente para definir patrones de consumo es parte del análisis a efectuarse.
No organizar los recursos
Al iniciar un negocio, se debe llevar a cabo una política austera de gastos. Muchos emprendedores se deslumbran con la sola idea de poner en marcha una nueva empresa, así caen en la trampa de no distribuir ni controlar acertadamente los recursos.
En caso de que sea posible, lo ideal es realizar prototipos del producto antes de introducirlo en el mercado o poner a prueba el servicio con el público objetivo seleccionado. Para ambos casos la retroalimentación es fundamental. Ello permite una mejor planificación del lanzamiento o inicio de operaciones.
Abarcar demasiado
“El que mucho abarca, poco aprieta”. Los emprendedores inexpertos pueden perder el ángulo, en lugar de enfocarse en dos o tres ideas específicas. Dado a los pocos recursos con los que se cuenta al inicio, el emprendedor debe priorizar las necesidades del negocio y, mediante un plan de trabajo, cubrir una a una.
Dejar de lado la asesoría legal
Para establecer claramente la participación y responsabilidad de cada uno de los principales involucrados o socios, es fundamental contar con asesoría legal. Esto evitará futuros problemas debido a acuerdos poco precisos, que -quizá- quedaron sólo en palabras.
La protección legal también respalda determinados modos de actuación, en caso, por ejemplo, de que un cliente no efectúe un pago.