Los clientes empresariales tiene más y nuevas necesidades al momento de contratar abogados, los cuales ahora deben tener nuevas competencias y conocimientos, tales como conocimientos financieros, la utilización de idiomas y de tecnología, señaló la directora académica del Centro de Estudios Garrigues de España, Vanessa Izquierdo.

“Con el fenómeno de la globalización y el hecho de tener que dar respuesta a operaciones internacionales, los abogados nos estamos reciclando y adquiriendo nuevas competencias y conocimientos que nos permitan dar respuesta a estas nuevas necesidades”, dijo a Gestion.pe.

Indicó que aquellos abogados con mayores conocimientos tienen el camino más fácil para poder desempeñar sus labores en el extranjero y responder a las actuales exigencias de las empresas en el mundo.

“La especialización es muy necesaria para los primeros años de ejercicio pero sí que es verdad que cuando va transcurriendo la carrera, el abogado se tiene que ir haciendo más generalista para incorporar todas las disciplinas y así poder realizar un asesoramiento integral, respondiendo a diferentes cuestiones”, anotó

La ejecutiva española señaló que los jóvenes estudiantes de Derecho en el Perú se caracterizan por tener muchas ganas de incursionar en el ámbito internacional luego de realizar su carrera profesional en el territorio peruano.

“Cada vez hay un creciente interés en ver qué se está moviendo afuera, ver cómo se están moviendo los grandes despachos y cuando contamos que la firma Garrigues es una firma que tiene 1,700 abogados, eso los deja muy sorprendidos y con ganas de cómo es la práctica del derecho en el ámbito internacional”, refirió.

En ese contexto, mencionó que el Centro de Estudios Garrigues de España decidió suscribir un Acuerdo de Cooperación Académica con la Universidad San Ignacio de Loyola (USIL) del Perú y que es el segundo convenio que tiene en América Latina, donde el otro es con el Tecnológico de Monterrey en México.

Para Izquierdo, la tarea de los despachos de abogados es también saber cómo influir, liderar la gestión de proyectos y ayudar a transformar el negocio y las industrias de los clientes.

“Para eso el mercado, requiere de un profesional renovado, que trascienda a las competencias de un abogado tradicional, ya que debe ser capaz de desenvolverse en un ámbito global y apoyarse en las nuevas tecnologías”, anotó.