Si hay dos cosas comprobadas sobre la ética empresarial, una de ellas es que cuesta cumplir con la ley, pero quien logre hacerlo obtendrá tal reputación y credibilidad empresarial que terminará siendo el favorito de los clientes, llegando incluso a obtener beneficios a nivel financiero.
Así lo consideró Jorge Medina, CEO de Ernst & Young en Perú y presidente del Comité de Gestión Ética de IPAE, quien cree que la Ética Empresarial, aunque poco arraigada en el Perú, terminará siendo tan popular como la Responsabilidad Social Empresarial o el Buen Gobierno Corporativo.
“A una empresa ética, con buena reputación, le cuesta menos endeudarse. Los bancos le prestarán a menores costos, va a poder emitir bonos o salir a la Bolsa. ¿A quién no le gusta estar en una empresa con buen branding o ética?”, señaló el ejecutivo.
En el Perú, un 54% de la ciudadanía cree que las empresas privadas son corruptas. La opinión sobre los empresarios tampoco es muy halagadora, ya que a nivel nacional se percibe que 66% de ellos son corruptos. Para Medina, esta situación termina quitándole oportunidades de crecimiento al sector.
Cuestión de confianza
Medina también reconoce la encrucijada de los empresarios. “Entre dar una coima y dejar de pagar la planilla de sueldos, que es peor, optar por la primera opción tiene mucha lógica”, detalló. Sin embargo, el ejecutivo advirtió que esa lógica no se justifica: se resuelve un problema temporal, pero se echa a andar un círculo vicioso donde se cree que “esa es la manera de operar”.
A esto hay que sumarle la percepción negativa que también se tiene de las instituciones: el Poder Judicial, la Policía y los empresarios son corruptos. “Nadie confía en nadie”, lamentó Medina. ¿Hay acaso alguna solución? Para el ejecutivo, la clave está en aplicar la ética en conjunto.
“Hay que tender puentes y no hacer esto solo. Se requiere liderazgo y credibilidad, así como una decisión de que tenemos que empezar a confiar entre nosotros —detalló— y para esto hay dos actores principales: los medios de comunicación y la academia”.
¿Hay asidero para la Ética Empresarial en un país donde el 51% de su población cree que la corrupción es su principal problema? “Hace 10 años, no se entendía cómo la buena gobernanza ayudaba a la empresa a ser más eficiente. Dentro de unos cuatro años, quien que no tenga programas anticorrupción auditables, probablemente quedará en desventaja”, aseguró Medina.