Los inversionistas ya no toleran a los emprendedores que tratan de venderles sus ideas usando técnicas archirrepetidas y, por el contrario, hoy les dan prioridad a aquellos que acuden a las reuniones de negocios con propuestas concretas y con un manejo acabado de las métricas de sus negocios.
Los recortes de prensa son otra estrategia que va de capa caída. Durante bastante tiempo -más de lo adecuado, según algunos inversionistas-, los emprendedores entendían que ganar notoriedad en los medios era sinónimo de éxito y, por lo mismo, llegaban a las reuniones de negocios aperados con todas las publicaciones en las que habían aparecido. Mientras más, mejor, sostiene el Mercurio de Chile.
Pero no, con inversionistas más interesados en la robustez del negocio, no les interesa mucho la fama de sus posibles apuestas. Tampoco parece importarles mucho la cantidad de premios o fondos públicos que han ganado, algo que los emprendedores también tienden a exhibir casi como medallas de guerra.
“Hoy estamos viendo muchos menos de esos emprendedores que van de concurso en concurso, consiguiendo más dinero del Estado que ventas propias. No sé si eso es porque ya no existen tanto o porque nosotros tenemos muy explicitado que no queremos emprendimientos así”, apunta Nathan Lustig, socio de Magma Partners.
Mejorar las presentaciones
Pese a los cambios que han experimentado los emprendedores, existe consenso en que todavía queda mucho camino por recorrer. En ese sentido, Claudio Barahona , de Wayra Chile, comenta que aún son muchos los que llegan a buscar financiamiento sin una presentación adecuada y, lo que es peor, no habiendo realizado una mínima investigación acerca de la compañía a la que se le están pidiendo recursos, ni información sobre su interlocutor en la reunión.
Patricia Hansen, directora de aceleración de Start-Up Chile, recomienda ir preparado a la perfección. “Si, por ejemplo, te consigues un inversionista que en los últimos meses solo ha invertido en empresas con modelo B2B y el tuyo es B2C, de alguna forma tienes que hacerles ver que los intereses tuyos y los de ellos están alineados”, apunta.
Otro aspecto a considerar es que el inversionista le hace una pregunta, cuya respuesta es ‘sí o no’ y el emprendedor se va por las ramas. Al inversionista le cuesta mucho sacarle los números al emprendedor, solo después de una conversación muy larga lo logran, y estamos trabajando para cambiar eso”, dice.
Otra cosa que los emprendedores no deben olvidar a la hora de buscar financiamiento es que el ecosistema nacional es bastante pequeño y que todos los actores se conocen. “Está pasando que muchos están sobrevalorizando sus empresas y tienen que tener cuidado con eso, porque esto es como jugar póker. Ellos intentar jugar con nosotros, pero nosotros, los inversionistas, también tenemos nuestras cartas, porque nos conocemos y conversamos de los proyectos”, advierte Claudio Barahona.