La tasa de desempleo en los jóvenes es cada vez más alta, de acuerdo a datos del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE). Así, solo el año pasado llegó a 8.4% siendo cuatro veces más alta que la de los adultos que fue de 2.3%
Un punto álgido y que podría promover el empleo son las prácticas profesionales, preprofesionales y la capacitación laboral; no obstante una piedra en el zapato son las limitaciones y exigencias legales que impone la ley sobre modalidades formativas laborales, norma que rige las pasantías, prácticas y capacitación.
Al respecto, el Ejecutivo no descarta la posibilidad de revisar esta norma como siguiente paso – una vez aprobada en el parlamento la ley que promueve la contratación formal de los jóvenes – o incluso que esta forme parte de la reforma laboral que lleva adelante la administración de PPK.
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“No se está trabajando en el detalle ahorita, pero una de las posibilidades en las que creo hay que trabajar es en la revisión de la ley de modalidades formativas, que es el paso previo del joven para acceder a un empleo mejor capacitado”, refirió el jefe de Gabinete de Asesores del MTPE, Gernán Lora Álvarez.
En esa línea, detalló que una de las primeras medidas que se tomó como parte de las facultades delegadas, a través del Decreto Legislativo 1246 de simplificación administrativa, fue la reducción de algunos procesos como la simplificación de los planes de capacitación laboral que debía presentar el empleador a la autoridad así como la no obligación de entregar los convenios de prácticas al MTPE, entre otros.
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“Se trató de alguna manera de ayudar a la ley de modalidades formativas, pero esta fue cuestionada y derogada por la Comisión de Constitución. Creo que ahora hay que trabajar a través de la modificación legislativa para hacer más sencilla la contratación de jóvenes con miras a capacitarlos”, específico a Gestión.pe.
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Según el MTPE se suscribe alrededor de 70,000 convenios al año y menos de 3,000 convenios de formación laboral juvenil, dirigida a aquellos jóvenes que no han concluido sus estudios técnicos o su formación escolar. Este último, en opinión del especialista, es al que se le debería poner “más ganas” ya que favorece a los más vulnerables.
“Lo que pasa es que hay tanta formalidad que nadie los suscribe y esos son los convenios que se necesitan en mayor medida”, refirió. “Hay muchos pasos en materia laboral que darse si queremos apuntar a la empleabilidad de los jóvenes, un siguiente paso sería darle una actualización y modernización a la ley, efectivamente”, dijo.
Cuellos de botella
Entre los principales cuellos de botella que contiene la ley sobre modalidades formativas laborales, se ubica – explicó Lora Álvarez – el presentar el convenio de prácticas de los jóvenes a contratarse bajo esta modalidad ante el MTPE en el último trimestre del año.
“Si por distintos motivos se me pasó (presentarlo), al siguiente año ya no puedo contratar a nadie”, dijo. A lo que suma una serie de requisitos y características que debe contener el plan anual de capacitación de los jóvenes beneficiados que son complicados.
“Que es lo que hace que la ley de modalidades formativas sea compleja: las exigencias legales para un convenio con un joven así como limitaciones, por ejemplo, te dice que no puedes contratar más del 20% del total de tu planilla bajo esta modalidad y no más del 10% de la actividad a la cual está relacionado al joven. Estas restricciones hacen que sea poca utilizada”, puntualizó.
