Enclavada en los Apalaches, la ciudad industrial de Cumberland, Maryland, ilustra la desesperación económica que ayudó a Donald Trump a ganar la presidencia estadounidense –-además de los esfuerzos por aliviarla.

Cumberland encabeza el Bloomberg Brain Drain Index, que hace un seguimiento de las áreas metropolitanas con la mayor pérdida de graduados universitarios, empleos administrativos y ganancias generadas por trabajo en ocupaciones relacionadas con la computación, la ingeniería y la ciencia. Cumberland, que fue en su momento un centro próspero de minería de carbón e industria (dos sectores de la economía que Trump prometió reactivar) tiene dificultades para atraer nuevas empresas.

“Ya no nos definimos como antes”, dijo Shawn Hershberger, director ejecutivo del Cumberland Economic Development Corp., que se esfuerza por atraer a empleadores en los sectores de la tecnología y el turismo.

En el otro extremo del espectro, Boulder, Colorado, una incubadora tecnológica y sede de la Universidad de Colorado, encabeza el Bloomberg Brain Concentration Index 2016. Éste mide la concentración per cápita de habitantes que trabajan en ocupaciones vinculadas a la ciencia, la tecnología y la ingeniería o que tienen títulos de grado o de posgrado en ciencia e ingeniería.

Los sectores claves en el área metropolitana son la industria aeroespacial, la ciencia biológica y la energía renovable, junto con la tecnología de la información y el software. También alberga laboratorios federales como el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología.

“La presencia del sector público colaboró con los cerebros”, dijo Clif Harald, director ejecutivo del Consejo Económico de Boulder.

Los dos índices ilustran la dificultad que enfrentan ciudades como Cumberland a la hora de crear nuevos empleos, en tanto la industria y la minería modernas son más movidas actualmente por la tecnología que por la fuerza humana. La fuga de cerebros también reduce la base tributaria de la ciudad, necesaria para mantener la infraestructura, la educación y los servicios capaces de atraer nuevas empresas.

Incentivos empresariales.
Los días de gloria de Cumberland, que en su momento fue terminal del Chesapeake and Ohio Canal, se extendieron a lo largo del siglo XIX hasta los años 1940. Desde entonces, ha tenido que reorientarse. La reciente campaña de la corporación para el desarrollo económico ChooseCumberland.org ofrece incentivos empresariales como capacitación laboral y desarrollo a través de los institutos terciarios locales, un fondo de préstamos y créditos fiscales para creación de empleo e inversión.

La zona ha mantenido algunas industrias, como National Jet Co., una compañía de perforación de precisión que lleva allí 79 años, principalmente debido a su personal especializado, según el presidente R. Samuel Griffith. “Hay gente que está con nosotros desde hace 30 a 40 años”, dijo, agregando que su empresa tiene 25 empleados.

Pese a esta dedicación, la población de la ciudad se contrajo 3.4% hasta 20,130 habitantes desde el 1 de abril del 2010 hasta el 1 de julio de 2015, según la Oficina del Censo. En los alrededores, Allegany County también experimentó una pérdida de 3.4% hasta 75,528 habitantes. La participación en la mano de obra del área metropolitana (personas en actividad o que buscan activamente trabajo) fue de 49.7% el año pasado en comparación con 63.1% a nivel nacional.

Las otras cuatro áreas metropolitanas que experimentan la mayor fuga de cerebros son la antigua ciudad siderúrgica de Pueblo, Colorado, seguida por Valdosta, Georgia; Goldsboro, North Carolina; y Muskegon, Michigan.