Si usted tiene o piensa tener su propia empresa, pues en su mente debe tener una palabra durante las 24 horas del día y los 365 días del año y es la innovación.

Pero como nada es fácil en esta vida, la innovación tiene sus propios enemigos al interior de una empresa y muchas veces proviene de la propia organización o inclusive de sus integrantes.

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Según Ricardo Balarezo, director de la consultora Campo Base, considera que estas barreras se encuentran entre los líderes de una empresa y también entre el mismo personal.

“Pero evidentemente es mucho más complicado cuando el tema de liderazgo no está afianzada la idea de innovación porque un buen liderazgo puede convencer, motivar o inspirar al resto de colaboradores a participar (en la innovación)”, indicó.

En diálogo con Gestion.pe, mencionó que es “más grave” que no haya un convencimiento sobre la meta de innovar a nivel de los CEO, gerencias y jefaturas.

“Los cuellos de botella más difíciles cuando se intenta hacer innovación están en los comités y si tú (empresario) logras tener buenos comités de evaluación, donde pones a personas clave con poder de decisión, entonces esas serán las ‘espadas’ para anclar los procesos de innovación”, refirió.

Un típico error que cometen las empresas es encargar los temas de innovación al área de productos, que tomará el tema desde su punto de vista particular y luego la idea pasa a otra área, la cual puede sufrir cambios o ser rechazada.

“Puede venir el propio CEO y decir que la idea es una locura y no voy a presentar eso al Directorio. A eso no se debe llegar”, puntualizó.

El especialista señaló que la innovación puede nacer de cualquier miembro de una empresa y existen casos en los que las ideas de obreros peruanos cambian tecnología de países como Suecia.