En un mercado en plena transformación es inevitable que al mismo tiempo que aparecen nuevas profesiones, haya otras que estén en declive.
No es fácil anticiparse al futuro y saber con certeza qué actividades dejarán de existir dentro de unos años. Sin embargo, la velocidad a la que se producen los cambios tecnológicos y los nuevos modelos de trabajo, está provocando que haya perfiles en peligro de extinción y otros tantos que ya no trabajan como lo habían hecho hasta ahora.
Según el Centro de Economía, Sociedad y Empresa de IEEM los trabajos que más tienden a desaparecer en Uruguay son aquellos trabajos mecánicos como operadores de artefactos y trabajos de empaquetado, embotellamiento además de modelos, secretarias legales e incluso las recepcionistas tienen un 96% de probabilidades de desaparecer con el correr del tiempo.
Por otro lado profesiones como la gerencia de los hoteles y los nutricionistas tienen un 0% de chances de dejar de existir y otros como psicólogos, dentistas, fotógrafos y encargados de Recursos Humanos tienen entre un 1% y un 2% de probabilidades de desaparecer.
Según el gerente de KPMG, Federico Kuzel, las profesiones u oficios que tienden a desaparecer son los que aportan menos valor a las empresas, las tareas más rutinarias y repetitivas.
“En los sectores administrativos algunos software han ido haciendo más eficientes las tareas y eso disminuye la cantidad de gente que se requiere para llevarlas a cabo”, destacó.
Asimismo reafirmó que los trabajos que requieren competencias como creatividad, relacionamiento interpersonal y dirección de equipos serán los más difíciles de reemplazar en el corto plazo.
Las profesiones que tambalean en el mundo
Los puestos menos cualificados de las empresas los que se verán más afectados. Irán desapareciendo aquellos que puedan ser optimizados por una máquina, como los encargados de cadenas de producción o telefonistas.
También estarán en la cuerda floja los que hayan modificado todos sus métodos de trabajo, como los servicios de correos o de almacenaje manual y logístico.
La socia directora de Smart Culture, Susana Gómez señaló: “El mercado de trabajo de países industrializados se configurará con una estructura de reloj de arena caracterizado, por un lado, con puestos muy especializados y, por otro, muy poco cualificados, es decir, todos aquellos que la tecnología no podrá sustituir”.
Carteros
La disminución del envío de cartas ha obligado a que el sector lleve a cabo una gran transformación y hoy es un ejemplo de cómo se reinventa un servicio tradicional.
Agentes turísticos
El negocio clásico de una agencia de viajes en la que los profesionales esperan a que el cliente entre en el local para organizar su viaje, ha quedado obsoleto. Ahora prácticamente todas las operaciones se realizan a través de Internet y se buscan planes más personalizados.
Taxistas
Quizá éste sea uno de los ámbitos en los que el impacto de esta evolución del mercado sea mayor. No tanto por casos como los de Uber, sino por el progreso tecnológico. Por ejemplo, muchas compañías tienen como reto a medio plazo el desarrollo de los coches que circulan sin conductor.
Administrativos
Los puestos relacionados con el back office son los perjudicados por la automatización que está viviendo este sector.
Diario El Observador de Uruguay
Red Iberoamericana de Prensa Económica (RIPE)