Debido a su actividad, The Cocktail Shop -escuela y comercio de productos para cócteles- necesita liquidez para aprovisionarse de artículos y efectuar ampliaciones del negocio. Tras haber obtenido varios préstamos del ICO, decidió diversificar sus fuentes de financiación recurriendo a una vía alternativa, el crowdlending. La primera experiencia fue tan positiva que la compañía ha vuelto a pedir otros dos préstamos a través de esta vía.
Al igual que en este caso, las pymes españolas también se pueden aprovechar de los beneficios de esta fuente de financiación, que permite acceder a una gran cantidad de pequeños inversores. Esta modalidad, cada vez más extendida, se diferencia del crowdfunding tradicional -utilizado por proyectos sociales o culturales, en los que los colaboradores obtienen como recompensa un ejemplar del producto o una experiencia única- en que es necesario devolver la cantidad obtenida con un determinado tipo de interés.
“La principal ventaja es la rapidez y la agilidad, que permite obtener el dinero en poco tiempo y sin tener que cumplir con trámites muy complejos”, destaca Josep Nebot, cofundador de Arboribus, una de las plataformas que actualmente lidera el sector. El coste no suele ser mucho más elevado que el de los créditos bancarios y, a cambio, permite diversificar las fuentes de financiación, otorgando más margen de maniobra a la empresa ante una crisis.
El perfil más habitual de las firmas que recurren a esta herramienta son empresas que cuentan con un modelo de negocio ya consolidado. Sin embargo, no es una buena opción para aquellas que se encuentran en las primeras fases de su desarrollo o están atravesando una crisis. Para acceder a esta financiación, conviene conocer bien su funcionamiento:
Tipo de préstamos
La mayoría de los créditos concedidos por estas plataformas sirven para financiar las necesidades de circulante, el dinero que las empresas necesitan para su día a día. Por ello, los plazos suelen ser bastante reducidos: de uno o dos años como máximo. Son menos habituales los préstamos destinados a los proyectos de inversión a futuro, como la apertura de una nueva fábrica o la internacionalización. Cuando se conceden, los plazos suelen ser bastante más prolongados, de entre tres y cinco años.
Análisis de riesgo
“La documentación que se tiene que presentar es prácticamente la misma que cuando se solicita un crédito bancario: los balances de los últimos años, las declaraciones del IVA y el pago del Impuesto de Sociedades o las cuotas de la Seguridad Social”, aclara Eloi Noya, director de desarrollo de negocio de LoanBook.
A partir de esta información, la plataforma realiza un rápido análisis -que normalmente tardan menos de tres días- para otorgar a la empresa una calificación en función del riesgo de impago que detecta. Para determinar esta nota, suele tener más importancia el historial crediticio de la compañía y los resultados obtenidos los últimos años que la información presentada sobre las perspectivas de futuro o el proyecto de inversión al que se va a destinar el préstamo.
Plazo
Tras haber obtenido su calificación, las empresas salen a subasta para que los inversores decidan si realizan el préstamo. El período habitual suele ser entre dos y tres semanas, aunque en el caso de que la firma no haya conseguido reunir la cantidad solicitada, es posible obtener una prórroga. Si aún así no se consigue el objetivo, normalmente se puede recibir la cantidad ya comprometida. Aunque se reúna el dinero rápidamente, conviene dejar la oferta en el marketplace hasta que acabe el plazo. Lo más probable es que los inversores sigan pujando a la baja, con lo que la empresa podrá ver disminuido el tipo de interés.
Coste
Normalmente, las plataformas sólo cobran una comisión de apertura cuyo importe oscila entre el 1% y el 3% de la cantidad solicitada, dependiendo también del plazo del préstamo. Los tipos de interés varían ampliamente -en una horquilla entre el 3% y el 10%- según la calificación de solvencia obtenida por la compañía. En la mayoría de los casos, el porcentaje final se encuentra entre el 5% y el 7%.
Diario Expansión de España
Red Iberoamericana de Prensa Económica (RIPE)