“Algunos de mis colegas han estado difundiendo el rumor de que yo he tenido un romance secreto con mi jefe. El fundamento de este chisme es que yo a veces bromeo con él y no le tengo miedo”.
“Toda esta historia en parte me causa algo de gracia por lo tonta que es, pero también llega a ser un tema de misoginia. Soy una de las mujeres con más alto cargo aquí, y es deprimente que los colegas piensen que he tenido que acostarme con alguien para llegar hasta donde estoy. ¿Debo reírme sobre esto? ¿Trato de terminar con este asunto? Y si es así, ¿cómo lo hago?”, mujer de 40 años.
Respuesta de Lucy Kellaway
Me preguntas si debes reírte de este chisme. Bueno, eso tendría sentido si fuera divertido, pero no lo es. ¿Debes tratar de acabar con esto? La mayoría de lectores del Financial Times dice que “no”, porque “empeoraría” las cosas: “La dama protesta demasiado, creo yo,” y todo eso.
Sin embargo, cada vez que escucho esta cita lamento que Shakespeare haya escrito esas palabras, que se utilizan habitualmente para desanimar a alguien de tratar de oponerse a cualquier cosa que le hace daño.
Y este rumor acerca de ti y tu jefe es perjudicial. Es una falta de respeto a tus habilidades en el trabajo, a tu juicio profesional, y (dependiendo de tu jefe) a tu gusto por los hombres.
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Te sugiero que primero intentes averiguar a qué (o quiénes) te estás enfrentando. Pregunta a tus amigos y aliados en la empresa si han oído hablar de esto, quién se los dijo, y cuánto tiempo ha estado dando vueltas.
Una vez que cuentes con algunos nombres, te sugiero que tomes el toro por las astas y les digas de frente: “Tengo un tremendo chisme, ¿sabían que estoy teniendo una aventura con mi jefe?”
Observa cómo reaccionan y luego diles que el chisme es que ellos estaban difundiendo rumores sobre eso. Déjalos que se defiendan y protesten mientras mantienes una mirada escéptica. Incluso si el rumor no desaparece de inmediato, habrás hecho avergonzar a los responsables. Eso, sin duda, será un consuelo.
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También podrías hablar con tu jefe, pero yo no lo haría si fuera tú. Al igual que tu, tampoco me da miedo mi jefe, pero no me gusta la idea de decirle que la gente piensa que yo me estoy acostando con él.
Aparte de lo delicado del asunto, también existe el problema de que su reputación está en juego. Si tu jefe se entera lo que dice la gente, es menos probable que en algún momento él te ascienda de puesto por temor a que parezca que está favoreciendo a su supuesta amante.
Por otro lado, no cambiaría nada en tu persona. Está bien que bromees con él. Y por encima de todo, no pienses en trabajar más duro para demostrar que te mereces el puesto que tienes por méritos propios. Ya te has demostrado eso a ti misma, y si los demás no lo ven de esa manera, considéralo sexismo y/o envidia.
