La encargada de alianzas con desarrolladores latinoamericanos de Facebook, Francesca de Quesada Covey nació en Miami, estudió en Nueva York, se especializó en Paris, trabajó en Washington DC para la Casa Blanca y ahora lo hace en la red social desde su oficina de Londres, aunque viaja a Latinoamérica gran parte del tiempo, ya que su rol dentro de la empresa así lo requiere.
En diálogo con el suplemento InfoTechnology de El Cronista, fue discreta en su opinión respecto a los anuncios que Facebook hizo en la conferencia de desarrolladores que organizó Facebook en San Francisco la semana anterior. Lo cierto es que Mark Zuckerberg, su fundador y CEO, pateó el tablero fuerte. No se concentró en lo próximo solamente: trató de trazar un camino de 10 años en los que la realidad virtual y los bots (programas informáticos que imitan el comportamiento humano), van a ser la norma.
Para el mundo estas son buenas noticias pero especialmente en Latinoamérica, donde todavía la conectividad es un problema y estos avances requieren de mucha planificación. “Mi trabajo en la región es justamente crear alianzas estratégicas para que también nosotros podamos entender el poder de Internet y de la economía del conocimiento”, confesó Quesada Covey.
Esto significa poder acercarse también a todo un ecosistema de desarrolladores que ven en Facebook una manera interesante de proyectarse. “Hicimos una apuesta importante para seguir haciendo robusto el ecosistema de desarrolladores. Vamos a lanzar nuevos betas con un número importante de desarrolladores de Latinoamérica, de México, Argentina y Brasil. Tenemos buenos partners en la región”, agrega.
Más allá de la audiencia, según Quesada Covey una de las razones por las que los desarrolladores quieren ser aliados de Facebook en la creación de productos es sentirse parte de una comunidad que los tiene en cuenta y los potencia para comunicarse con más personas.
De alguna manera, Quesada Covey pretende sacudirse del mito de que Facebook es solo una herramienta para la procrastinación sino una manera en la que las empresas, especialmente Pyme y startups, puedan llegar a una audiencia global. “Son empresas globales cuando le hablan a una audiencia global”, corrige.
“Hoy las empresas son más rápidas y la oportunidad para que puedan tomar decisiones inteligentes es enorme: hay más información sobre usuarios y consumidores para hacerlo. Y al final del día eso ayuda a crear un mejor producto o servicio”, agregó.
Diario El Observador de Uruguay
Red Iberoamericana de Prensa Económica (RIPE)
