Los malos compañeros de trabajo jamás faltan. Aunque comparta el mismo escritorio con un colega poco amigable, no debe confundir las relaciones laborales con las personales. Recuerde que, ante cualquier incoveniente dentro de su ambiente laboral, el profesionalismo debe primar.
En primer lugar, debe aprender a reconocer en qué momento su colega se convierte en su enemigo. Este último puede tener algunas actitudes que, en principio, pueden parecer amigables, pero no pierda cuidado. Aquel compañero que aparenta ser comprensivo y lo invita a que le cuente sus problemas puede utilizar dicha información en su contra, señaló a Expansión.com Eva Rimbau, experta en dirección de recursos humanos.
De acuerdo a la experta, lo peor viene después, ya que dicha información no será totalmente falsa, “si no una interpretación malévola de la realidad”. De esa manera, antes de comentarle sus problemas a alguien que conoce poco, piénselo dos veces.
Generalmente, puede descubrir este tipo de personajes cuando cambian su comportamiento de un momento a otro. Los colegas poco amigables suelen apelar a la símpatía extrema o a la sobriedad para que sus verdaderas intenciones pasen desapercibidas.
Si tiene la sensación de que se encuentra ante un mal compañero de trabajo, no comente sus sospechas con otros colegas para evitar los rumores, tampoco exprese actitudes de incomodidad, rabia o indiferencia hacia dicha persona. Ante todo, debe actuar de manera profesional. No caiga en el juego.
En ese sentido, una conversación privada puede ayudar a solucionar la situación. Si esto no da frutos, entonces inicie una nueva charla pero en público. Controlar las emociones es fundamental. “A su colega no le resultará fácil volver a culparlo de cosas que no ha hecho, ni podrá decir que lo acusó de forma airada y sin fundamento”, asegura Rimbau en información recogida por Expansión.com
En caso de que la situación empeore o persista, solicitar un cambio a otro departamento o área será saludable para usted. Concentrar sus esfuerzos, energías y recursos en disputas internas solamente afectarán su productividad laboral y eficiencia. Por lo que debe demostrar su profesionalismo y actuar conforme a ello.