(Bloomberg).- A finales de la década de 1980, los clérigos paquistaníes rogaron a Indonesia que rezaran por ellos después de que Benazir Bhutto se convirtiera en primera ministra y en la primera mujer en gobernar un país de mayoría musulmana.
Khofifah Indar Parawansa, ahora ministra del gabinete de Indonesia, recuerda el episodio con cierta ironía. Los clérigos dijeron a Abdurrahman Wahid, que más tarde se convertiría en presidente de Indonesia, que Paquistán sería “infeliz bajo el gobierno de una mujer”, dijo.
Parawansa, que tiene 52 años, es una de nueve ministras del país musulmán con mayor población del mundo, lo que ilustra el éxito del país en lo relativo a romper con estereotipos de género y religiosos.
Indonesia tiene la mayor proporción -26%- de ministras entre los 10 mayores países por cantidad de población, según la Unión Interparlamentaria (IPU por la sigla en inglés), una organización global de parlamentos con sede en Ginebra.
[Retno Marsudi, Sri mulyani Indrawati, Megawati Soekarnoputri, Susi Pudjiastuti.]
Las mujeres han ganado terreno en Indonesia, en áreas que van desde la política hasta el banco central. Entre los cargos de alto perfil figuran la ministra de Hacienda Sri Mulyani Indrawati, la ministra de Relaciones Exteriores Retno Marsudi –la primera titular de esa cartera en la historia del país- y la ministra de Mar y Pesca Susi Pudjiastuti. Rosmaya Hadi pasó a ser este año la única vicegobernadora del Banco de Indonesia.
Parte del éxito de Indonesia ha residido en fijar cupos de género en las candidaturas que los partidos políticos presentan para cargos públicos. Ahora las mujeres tienen casi la quinta parte de los escaños en el Parlamento nacional del país, mientras que ocupaban el 8 por ciento en 2003, cuando se introdujo un cupo no obligatorio, según la IPU.
En 1995, sólo cuatro países utilizaban cupos de género, según la investigación que publicó el enero Asia & The Pacific Policy Studies. Veinte años después, más de 120 países habían adoptado algún tipo de cupo de género a los efectos de incrementar la representación femenina, según la IPU.
En países como Ruanda, Cuba e Islandia, las legisladoras conforman más del 40 por ciento de sus respectivos Parlamentos. Entre los países más populosos, China encabeza el camino con alrededor de una cuarta parte.
Pero Indonesia aún tiene que recorrer un largo camino para impulsar la diversidad de género en su economía. El país del sudeste asiático tiene uno de los porcentajes de participación femenina en el mercado laboral más bajos de Asia, 38%, en comparación con 44% en China y 43% en Japón, según el Banco Mundial.
Indonesia tiene también una de las mayores brechas de género –la diferencia entre la participación de los hombres y las mujeres en la fuerza de trabajo-, junto con India, Bangladesh, Turquía y México, según un informe de Standard Chartered Plc.