Cada día te inscribes en nuevas ofertas publicadas en los portales de empleo, pero no te llaman de ninguno. Destacar entre la cantidad de currículos que se envían resulta casi misión imposible.
Sin embargo, aún puedes sacar partido de estas plataformas y utilizarlas para estar en contacto con los empleadores. Debes tener cuidado con la mayoría de los fallos que cometen los candidatos y conocer qué hace que un seleccionador acepte o rechace un perfil.
En la última década, el aumento de número de ofertas en la Red, ha creado la costumbre de abandonar una búsqueda más tradicional a través de los contactos. “Como máximo en estos portales -agregándolos todos- se puede alcanzar el 15% del mercado del empleo y ahora mismo, con la aparición de las redes sociales profesionales, han perdido parte de la cuota del mercado”, opina Rafael Alcalde, fundador de Jaratech.
Por ello, algunas plataformas pretenden ir más allá de la mera publicación de ofertas. Están apostando por la especialización, con contenidos apropiados al perfil y sector del candidato. Esto permite agilizar el contacto con aquellas empresas afines a la experiencia, formación o preferencias del aspirante.
También se tiende a modelos más interactivos que sacan provecho del potencial de las redes sociales y en los que entran en juego diferentes materiales como encuestas o vídeos. Por ejemplo, en el caso de Jaratech se trabaja en dos líneas: la búsqueda de ofertas y el reclutamiento de personal. Para ello, se utilizan los datos laborales que los candidatos publican en Internet. El objetivo es crear comunidades de profesionales para que aspirantes y empleadores puedan conocerse.
Preparación
En estos portales, los seleccionadores van a buscar siempre unas variables muy concretas relacionadas con las competencias clave que se necesitan para la vacante. Por eso, éstas no deben faltar en la solicitud, tal y como señala Javier Sevilla, fundador y socio de Jobssy, plataforma que trabaja con la huella virtual de los profesionales para buscar ofertas ajustadas a ellos.
- Adecuación del perfil: muchas veces se comete el error de no adaptar el currículo al puesto al que se aspira. Por eso, no debes caer en el error de mandar el modelo estándar a todas las publicaciones y tendrás que recalcar aquellos aspectos principales que se piden.
En este punto hay que valorar muchas variables como los conocimientos o la experiencia. “Normalmente, si el perfil cumple el 80% de los requisitos, tiene posibilidades de pasar a la siguiente fase. La forma de presentar la candidatura y de contar la trayectoria son aspectos a tener en cuenta que pueden marcar la diferencia”, explica Iria Vázquez, directora de servicio y de calidad de Adecco.
- Orientación: si un perfil es amplio, se debe focalizar en varios currículos. “No conviene acotar muchos campos en un sólo documento, a no ser que en la oferta se exija un perfil ambivalente. Se prefieren profesionales expertos antes que personas que invadan otras disciplinas con conocimientos pobres”, explica Ida Koné, socia de MarketYou, portal que evalúa las competencias y la imagen social de los candidatos.
- Localización: es un punto que se suele pasar por alto, pero que también resulta decisivo. Si te encuentras en un lugar diferente a donde se va a desarrollar el puesto, serás descartado por la dificultad de concertar una entrevista. Por eso, tendrás que modificar la localización a la ciudad a la que te quieras desplazar.
- Información confusa: periodos largos sin trabajar o estancias muy cortas en una empresa son los aspectos que más suelen confundir a los seleccionadores. Una idea es realizar una introducción en la que resumas tus conocimientos y justifiques esas situaciones. Si has estado formándote durante un tiempo, debes explicarlo y enfatizar las competencias que has adquirido. Tampoco debes caer en el error de la sobreinformación. Si detallas cada trabajo extra que has realizado en momentos puntuales, por ejemplo, en tu etapa como estudiante. Este tipo de experiencias sólo se valoran cuando se compaginan con una formación.
- Seguimiento: además de estar al tanto de tu candidatura, debes visitar la web de la empresa que ofrece el puesto, visitar sus redes sociales e intentar unirte a profesionales que ya están dentro.
Nuevos factores que entran en juego
Los portales de empleo son una buena opción para conocer qué sectores y empresas cuentan con más ofertas. Esta información está al alcance de todos, por lo que es importante que trabajes mucho en tu candidatura. Muchas plataformas han añadido varios canales para que los aspirantes aporten nueva información.
Por ejemplo, es común que se soliciten vídeos para que expliques las razones de tu solicitud, que te realicen tests de personalidad o cuestionarios con preguntas concretas sobre las competencias que buscan los reclutadores. Estos nuevos recursos no son un trámite más.
Debes dedicarles tiempo, ya que los seleccionadores te podrán conocer mejor a través de ellos. A la hora de buscar empleo, las referencias son esenciales. Esto no es ajeno a los portales. Es el caso de Marketyou, que ha creado un espacio en el que como candidato puedes seleccionar hasta ocho personas que conocen tu trayectoria y funcionan como referencia.
Al mismo tiempo, conocer a los empleadores resulta igualmente importante. Por eso, el uso de las redes sociales en estas plataformas sirve para que ambas partes puedan ‘curiosear’ sus perfiles. Tendrás que tener cuidado con lo que publicas, pero a cambio conseguirás tener una relación más directa y transparente.