Día uno: L’Oréal Paris, con más de quince marcas en su portafolio, vio una chica belga en el Mundial 2014 y la ‘ficho’. Día dos: se anunció el contrato como modelo. Día tres: se difundió que la mujer era cazadora y tenía miles de profile pic en Facebook con animales abatidos. Día cuatro: tras el escándalo, la empresa canceló el contrato.
Para el especialista Yago de la Cierva, este es un buen ejemplo de manejo de crisis, que ejemplifica cómo las redes sociales acortan los plazos y se hace necesaria una rápida capacidad de respuesta.
“Las redes sociales son nuevos instrumentos de comunicación que afectan a las crisis. En un aspecto positivo, las empresas tiene un nuevo canal para llegar a sus públicos prioritarios, y puede conseguir llegar a las personas de manera individualizada, gratuita e inmediata”, explica especialista.
Del otro lado, en el aspecto negativo, Yago de la Cierva indica que los tiempos se aceleran y es necesaria una estrategia rápida.
“Las redes sociales cambian y permiten a los públicos organizarse, el boitoc online es cuestión de diez minutos, o se relacionan o sus silencios pueden causar efectos devastadores. Los silencios en redes sociales son muy graves”, señala el profesor invitado por la Universidad de Piura.
“Antes se decía que necesitábamos tres o cuatro horas para responder a los públicos, ahora necesitamos una estrategia para el primer minuto”, agrega.
Además, en la turbulencia digital, los medios de comunicación tradicionales se vuelven aliados de las empresas que enfrentan una crisis.
“Aunque una visión de un medio puede ser agresiva vida durante una crisis, es racional, tiene unos estándares, el deber del periodista de escuchar las fuentes. Cuánto más virulenta se hacen las redes sociales en tiempos de crisis, más importante es que los directivos acudan a los medios”, expresa.