La Alianza del Pacífico tiene una posición privilegiada para atraer los inversionistas en minería, lo que asegura su potencial en el futuro, aseguró la Sociedad Nacional de Minería de Chile (SONAMI).
Su presidente, Alberto Salas, expuso que la minería en el siglo XX se desarrolló en los países desarrollados y el consumo era para ellos mismos. Mientras que en el siglo XXI, los productores y demandantes de minerales son los países emergentes. “Ese escenario pone a la Alianza del Pacífico en una situación privilegiada”, avizoró en el XI Simposium del Oro y de la Plata, organizado por la Sociedad de Minería, Energía y Petróleo (SNMPE).
Y el indicador que refuerza esta proyección -detalló el experto- es que un cuarto de las inversiones den el mundo se realizan en las industrias extractivas, evidenciando el futuro de la Alianza del Pacífico como potencial.
Otra característica que realza la importancia del bloque es que tiene “una vocación minera” que data de tiempos pasados y permite identificar mayores oportunidades. “Es es nuestro potencial”, dijo Eduardo Chaparro Ávila, director ejecutivo de la Cámara Asomineros de Colombia.
Pero también problemas a resolver: la formación de capital humano y la necesidad de una institucionalidad que conozca el tema minero y así tomar decisiones regulatorias acertadas.
En la misma línea, Eva Arias, presidenta de la SNMPE, enumeró los desafíos de la Alianza del Pacífico: “Resolver la escasez de recursos humanos calificados, promocionar la investigación e innovación, así como mejorar el uso de recursos del Estado y la percepción de la minería”.
Arias también abordó el tema de la Ley de Consulta Previa. Consideró que debe pasar por “un proceso de aprendizaje” para que no se utilice como un elemento político. La misma preocupación la expresó Chaparro, quien advirtió que dicha norma podría convertirse en un “mecanismo de extorsión”.