Bruselas (Reuters).- Las ventas minoristas de la zona euro concluyeron en julio una serie de dos meses de avances, ante una caída del volumen, lo que subraya la batalla de los consumidores contra el creciente desempleo, los recortes salariales y la restricción al crédito bancario durante una crisis de deuda que erosiona los ingresos.
Los compradores en el área cambiaria de 17 naciones contuvieron el gasto en alimentos, bebidas y combustibles, cada vez más caros, para provocar un retroceso del volumen del comercio minorista de 0.2% en julio contra junio, dijo el miércoles Eurostat, la oficina de estadísticas de la Unión Europea (UE).
Eso coincidió con las previsiones de los economistas encuestados por Reuters, pero la lectura anual igualmente resultó peor que la proyección del consenso, pues las ventas cayeron un 1.7% comparado con las expectativas de un retroceso del 1.5%.
“La tendencia más débil del gasto del consumidor principalmente se debe al declive del ingreso real disponible, reflejando unos ingresos más lentos del trabajo, las medidas de austeridad fiscal y la mayor inflación”, dijo Greg Fuzesi, un economista de JP Morgan, en un informe reciente.
Las familias de la zona euro han tenido más dificultades desde la crisis financiera global de 2008/2009 y solo vieron un incremento de los ingresos disponibles durante la breve recuperación del 2010.
Como el gasto del consumidor es una parte mayor de la economía de la zona euro, esa debilidad se ha traducido en un declive, y se espera que la producción del bloque se contraiga al menos el 0.3% este año.
En tanto, la subida del precio internacional del petróleo por las tensiones en torno a las ambiciones nucleares de Irán ha mantenido a la inflación bastante arriba de la meta del Banco Central Europeo , del 2%.