Berlín (AP).- Dos de las principales instituciones encargadas de la gestión de la crisis de deuda en Europa se enfrentaron sobre si se cometieron errores en el manejo de los problemas de deuda de Grecia.
La Comisión Europea, el brazo ejecutivo de la Unión Europea de 27 países, rechazó un informe del Fondo Monetario Internacional sobre el rescate griego, y agregó que “está fundamentalmente en desacuerdo” con algunas de sus conclusiones.
La Comisión de la UE, el FMI y el Banco Central Europeo forman la llamada “troika” de acreedores que gestiona los rescates de varios países de la zona del euro, conformada por 17 naciones.
El FMI dijo en su informe el miércoles que se habían cometido “errores notables” en el manejo del rescate de Grecia de 240,000 millones de euros (310,000 millones dólares), al admitir que subestimó hasta qué punto las medidas de austeridad empeorarían la difícil situación económica del país.
Grecia se encuentra ahora en su sexto año consecutivo de recesión y el índice de desempleo se ha elevado al 27%.
El FMI dijo que uno de los reveses en el proceso de rescate en los últimos tres años fue que la reestructuración de la deuda siguió al rescate con un largo retraso de dos años y, mientras tanto, los inversionistas privados recibieron el pago total con fondos del rescate mientras que otros acreedores sufrieron pérdidas en la reestructuración.
El jueves, un portavoz de la Comisión contratacó. Simon O’Connor dijo a los periodistas que si la deuda de Grecia se hubiera reestructurado antes de que se otorgara al país su primer rescate en 2010, las consecuencias habrían sido “devastadoras”, puesto que habrían desestabilizado al resto de los países del euro. “Fundamentalmente estamos en desacuerdo”, dijo O’Connor.
“El informe hace caso omiso de la naturaleza interconectada de los estados miembros de la zona del euro. Una reestructuración de la deuda del sector privado ciertamente habría conllevado el riesgo de un contagio sistémico”, agregó.
Grecia ha estado excluida de los mercados internacionales de bonos desde principios de 2010, cuando los inversionistas se preocuparon por sus excesivos niveles de deuda pública. Muchos temían que el país tendría que abandonar el grupo de los 17 países de la UE que utilizan el euro como moneda.
La deuda finalmente fue reestructurada el año pasado, una vez que los líderes de la eurozona se sintieron seguros de que esa medida no sería motivo de agitación excesiva en los mercados financieros. La reestructuración de la deuda implica pagar a los inversionistas menos de lo que se les debe.
El portavoz del FMI, Gerry Rice, trató de apaciguar la disputa el jueves, cuando dijo a la prensa en Washington que “la troika ha funcionado bien y la troika está funcionando bien”.
Los analistas dicen que la carga de deuda de Grecia —que se prevé suba a 175% de su producción anual de este año— sigue siendo insostenible, y que sus acreedores oficiales de la zona euro tendrán que perdonar algunos de sus préstamos al país en los próximos años.