Madrid (Reuters).- La Comisión Europea y el Banco Central Europeo (BCE) no creen que sea necesario utilizar más fondos de los ya desembolsados para el rescate de la banca española, según informaron el martes en una nueva revisión del programa de ayuda acordado el año pasado.
“En la actualidad no hay motivos para prever nuevos desembolsos del programa”, dijeron las autoridades europeas en un comunicado.
En junio del año pasado, el Gobierno español se vio obligado a solicitar un rescate a los socios europeos por hasta 100,000 millones de euros (130,000 millones de dólares) para su banca, castigada por el peso de unos activos tóxicos de más de 180,000 millones de euros que dejó la explosión de la burbuja inmobiliaria a finales del 2007, sometiéndose a una evaluación periódica por parte de la troika, formada por el FMI, el BCE y la UE.
De la línea de crédito ofrecida se han desembolsado hasta ahora un total de 41,000 millones de euros, que han ido a parar a entidades en apuros y al banco malo español.
La Comisión y el BCE reiteraron su idea de que la limpieza y reestructuración de la banca española van por buen camino, aunque aún quedan peligros importantes.
“En líneas generales, el impulso de reforma (del sector financiero) debe mantenerse ya que los riesgos para la economía y el sector financiero siguen siendo altos”, indican, señalando los aún elevados costes de financiación, el elevado desempleo, la caída del PIB, la presión sobre los beneficios de la banca y los pendientes de la reestructuración financiera.
En este sentido, los organismos europeos vuelven a señalar que aún queda “mucho trabajo por delante” para lograr que la SAREB (el “banco malo” español) esté plenamente operativa, y destaca los avances necesarios en otras áreas, que pide se introduzcan “con celeridad”.
En este sentido, destacan “la reforma de la gobernanza de las cajas de ahorros, una revisión de los procesos de supervisión en el Banco de España (y) las reformas de los marcos regulatorios que establecen la concentración de créditos y los aprovisionamientos de los bancos”.
Asimismo, y pese a apreciar los esfuerzos del Gobierno español en la reducción del déficit público, la Comisión y el banco central consideran que “siguen siendo necesarios nuevos avances decididos en la consolidación de las finanzas públicas”
Así, recomiendan “reforzar el marco institucional, así como completar e introducir rápidamente la agenda de reformas estructurales, en las líneas especificadas en las recomendaciones específicas para el país del año pasado”.