Las medidas de reactivación aprobadas por el Consejo de Ministros la semana pasada han mejorado el clima empresarial más que cualquier otro de los paquetes dados anteriormente por el gobierno, afirmó el Scotiabank.
“Se ha dado en un momento de cierta recuperación en la economía, lo cual se refuerzan mutuamente: tanto las medidas como la recuperación mejorarían la confianza, retroalimentando, potencialmente, el crecimiento”, señaló el gerente de Estudios Económicos del banco, Guillermo Arbe.
Sin embargo, dijo que estas medidas tienen un costo pues una de las razones de por qué el Perú era un país tan atractivo para la inversión era por la fortaleza de sus balances macroeconómicos.
“Es, en buena medida, gracias a ello que se ha podido crecer ininterrumpidamente durante casi 15 años, a una tasa promedio superior a 5%. Esta ventaja competitiva se va a disipar”, explicó.
Agregó que la apuesta es que las medidas mejorarán la competitividad, compensando y, en el mejor de los casos, ayudando a revertir el deterioro fiscal en el largo plazo.
“Es posible que sea así, aunque no es claro que la competitividad pase por la tasa del Impuesto a la Renta; entre 2006 y 2012 el país vivió un periodo de inversión privada extraordinaria con la misma tasa actual de ese impuesto”, consideró en el Reporte Semanal del banco.
Subrayó que un riesgo final es que el Perú va a tener una menor fortaleza fiscal ante un nuevo deterioro en los términos de intercambio pues un shock externo similar al del 2009 podría llevar al país muy rápidamente a un déficit fiscal de 4% del Producto Bruto Interno (PBI) o más.
Arbe recordó que existe un Fondo de Estabilización Fiscal de 4.8% del PBI, pero aun así, un déficit tan alto podría desmejorar la imagen de estabilidad fiscal del país que se ha tenido por tanto tiempo.