(AFP) El presidente Donald Trump orientará a su equipo a identificar y nombrar a los países y bienes responsables por el déficit comercial estadounidense de US$ 50,000 millones al mes, en un claro mensaje a un grupo de países que incluye a China y México.
En 2016, el déficit comercial estadounidense ascendió a la astronómica suma de más de medio billón de dólares (más precisamente US$ 500,500 millones).
Altos funcionarios de la Casa Blanca informaron que Trump se apresta a firmar dos decretos que se concentran en las causas y los culpables por ese déficit comercial.
Wilbur Ross, secretario de Comercio, dijo que uno de los decretos ordenará un análisis “país por país, y producto por producto” cuyos resultados deberán ser reportados a Trump en un plazo de 90 días.
Los analistas, dijo Ross, se concentrarán en evidencias sobre “trampas”, comportamiento inapropiado, acuerdos que no cumplieron objetivos prometidos, relajamiento en la aplicación de normas, problemas con tasas de cambio y casos ante al Organización Mundial de Comercio (OMC).
El conjunto de informaciones obtenidas con ese análisis “formará la base para la toma de decisiones” por parte del gobierno, dijo Ross.
Esta decisión ocurre una semana antes de una visita del presidente chino, Xi Jinping, el país al que Washington identifica como principal responsable por el déficit.
“No es necesario que les diga que la causa número uno de nuestro déficit es China”, dijo Ross, aunque mencionó un grupo de “países que estarán potencialmente implicados”.
Esa lista incluye Canadá, Francia, Alemania, India, Indonesia, Irlanda, Italia, Japón, Malasia, México, Corea del Sur, Suiza, Taiwán, Tailandia y Vietnam.
Sin embargo, Ross admitió que la presencia de un país en la lista no representará automáticamente la adopción de represalias.
“Tal vez sea demasiado duro decir que alguien es un villano si está abasteciéndonos de un producto que carecemos”, admitió.
“A veces, será simplemente el caso de que alguien es mejor que nosotros haciendo un producto o que lo pueden hacer más barato. No queremos decir que todos los que estén en la lista son villanos”, añadió.
Revisar relaciones comerciales
Peter Navarro, un asesor de Trump y uno de los responsables del diseño de los decretos, dijo que “esto es enorme. Estamos hablando de acero, químicos, productos agrícolas, maquinarias”.
Ross, un ex integrante del directorio de la gigante ArcelorMittal, dijo el jueves que extranjeros estaban vendiendo sus productos a precios artificialmente bajos en el marcado estadounidense, y por lo tanto EEUU podría imponer aranceles a esa importación.
En toda su campaña electoral, Trump prometió rever todas las relaciones comerciales del país para buscar una posición más ventajosa, bajo la consigna “Estados Unidos primero”.
Sin embargo, numerosos críticos apuntan que aunque Washington carga un pesado déficit comercial, ningún país se ha beneficiado más de las actuales corrientes del comercio mundial.
El segundo decreto que será firmado por Trump ordena al gobierno a analizar mecanismos para recuperar aranceles que en su momento no fueron cobrados por falta de una correcta fiscalización a productos manufacturados en otros países con subsidios del gobierno.
Navarro insistió en que las nuevas medidas están dentro de las reglas previstas por la OMC, donde seguramente no faltarán voces que denuncien la imposición de barreras al comercio.
“No hay problema con eso. Hemos estado recolectando esos aranceles, pero no lo hemos estado haciendo bien. La OMC no tiene nada que decir sobre la cuestión de la incompetencia”, apuntó.
¿Guerra a la Vespa?
En Ottawa, el primer ministro Justin Trudeau dijo que la relación comercial con Estados Unidos es de “extrema importancia” para Canadá.
En la visión de Trudeau, el flujo comercial entre los dos países tiene impacto directo en el empleo. “Muchos empleos en Canadá crean empleos en Estados Unidos, y también a la inversa”, dijo Trudeau a la prensa.
En tanto, Italia elevó una voz de alarma ya que las nuevas medidas diseñadas por Washington podrían afectar las ventas de las populares motocicletas Vespa y otros productos.
“Trump declara guerra a la Vespa”, estampó el diario Il Messagero, adoptando un tono que se repitió en numerosos órganos de prensa.
Esta nueva disputa entre Estados Unidos y Europa ocurre en un escenario ya marcado por una controversia que se arrastra desde hace años sobre las dificultades que enfrenta la carne europea para ingresar al mercado estadounidense.
Además de las motocicletas, productos típicos de Italia podrían ser severamente afectados, como tomates, salames y jamón de Parma o el agua mineral San Pellegrino, ahora de propiedad de la gigante suiza Nestlé.