Uno de los principales objetivos del Gobierno del presidente Ollanta Humala era integrar a la Amazonía peruana por vía aérea y a escasos 15 días de que culmine esta gestión podrán entregar totalmente implementado este proyecto que busca mayor conectividad.
El ministro de Transportes y Comunicaciones (MTC), José Gallardo, dijo a Gestión que este mes se terminó de implementar la última de las 14 rutas aéreas que integran puntos clave de la selva peruana con vuelos subsidiados por el Estado.
“*El último que faltaba empezar era el de Puerto Maldonado – Manu y el Manu es importante* porque es un gran destino turístico y hoy la manera de llegar es por el Cusco por la carretera de Paucartambo”, explicó Gallardo.
El plan de inclusión Amazónica consiste en la conexión de 20 aeródromos priorizados sobre la base de cuatro aeropuertos considerados hub regionales como son el de Iquitos, Tarapoto, Pucallpa y Puerto Maldonado.
Vuelos subsidiados
Este plan de conectividad en la selva es acompañado por un programa de vuelos subsidiados que brindan transporte aéreo a zonas aisladas donde no hay oferta privada en las regiones de Iquitos, Ucayali, San Martín, Amazonas y Madre de Dios.
“Hay un vuelo de Pucallpa a Puerto Esperanza, entonces los que salgan de allí van a venir a Pucallpa y van a tomar un vuelo comercial para ir a Iquitos donde van a tomar un vuelo subsidiado, es simbólico porque te permite unir la amazonia por vía aérea”, anotó.
Pero vale la pena revisar cuanto llegarán a costar estos vuelos subsidiados. Desde el aeropuerto de Pucallpa a uno de sus aeródromos cercados ida y vuelta puede llegar a costar desde S/100 hasta S/160, el nivel más costoso por la complejidad.
En tanto, del aeropuerto de Iquitos a los aeródromos cercanos a la zona un vuelo ida y vuelta puede costar entre S/55 y S/110. En el caso de Tarapoto el costo fluctúa entre S/60 y S/100 y desde Puerto Maldonado va entre S/65 y S/125.
La subvención que debe destinar el Estado peruano a este programa de integración por vía aérea es de alrededor de S/7.2 millones por año, pero el impacto social en la selva es, según el ministro, considerablemente superior.