Por Daniel Goya
El cáncer sigue siendo una de las enfermedades de mayor mortalidad e implica una importante inversión para su cura. Según estimaciones de Rimac Seguros, en el Perú el 90% de los tratamientos llegan a costar hasta S/.150.000. Mientras que el 10% restante puede superar los S/. 450.000. Estas cifras son las que convierten a los seguros oncológicos en una inversión inteligente. La vida no tiene precio, pero la salud cuesta.
Claudia Rozas, gerente de asistencia médica de Rimac Seguros asegura que los peruanos son cada vez más concientes de lo importante que es tener un seguro oncológico. “La población adulta y adulta mayor se incrementa rápidamente y son ellos los que más se preocupan de estar protegidos. También hay una mayor demanda por parte de las mujeres por encima de los hombres”, explica.
Por su parte, Fernando Suazo, director médico de Oncosalud, sostiene que este interés de las personas de protegerse ha hecho que su compañía experimente un crecimiento promedio anual del 25% en su número de afiliados. “Tenemos hasta el momento 650.000 afiliados y vemos que venimos creciendo muy rápido”, señala.
En ese sentido, Juan Carlos Olivera, gerente de productos de salud de Pacífico Seguros, destaca la aparición de planes especializados en cobertura oncológica en la última década y media. “Antes no existía una oferta especializada. Nosotros ofrecemos seguros oncológicos desde hace quince años y ya tenemos 140.000 vendidos”, indica.
Tipos de coberturas
Los planes de cobertura de los seguros oncológicos en el Perú pueden variar. Pero todos están diseñados para responder ante la enfermedad según las necesidades del paciente. Por ejemplo, existen programas como los que ofrece Pacífico que llegan a cubrir poco más de un millón de dólares por año, hasta los planes de cobertura ilimitada que ofrece Oncosalud.
Sin embargo, existen otros aspectos que se deben tomar en cuenta antes de elegir un seguro de este tipo. “Hay dos cosas que una persona que desea comprar un seguro oncológico debe evaluar. La primera es la cobertura de terapias biológicas y la cobertura de las complicaciones. Esto debe ser lo principal que debe tomarse en cuenta, fuera del monto de cobertura anual”, comenta Rozas.
Por otro lado, proteger a una persona que ya haya padecido un cáncer es otra de las posibilidades que los planes actuales contemplan a diferencia de años pasados en los que haber sido diagnosticado con la enfermedad excluía automáticamente al paciente de contratar un seguro. “Se puede proteger a una persona, por ejemplo que haya tenido cáncer de mama por otro tipo de cáncer, por ejemplo, colon o páncreas, cuello uterino y otros más”, detalla Suazo.
Estrategia de prevención
Los seguros oncológicos incluyen un programa de prevención, con citas regulares y chequeos médicos que tienen dos metas. La primera, diagnosticar en una etapa temprana el cáncer y obtener mayores posibilidades de éxito en el tratamiento. Y, la segunda, evitar que la compañía de seguros deba afrontar mayores costos por tratamientos más complejos y largos.
Pero no solo se trata de hacer exámenes cada cierto tiempo, existe toda una estrategia aplicada en los chequeos que las personas deben hacerse cada año. “No se trata de dar citas con médicos a las personas. En el caso de Pacífico, por ejemplo, seguimos un protocolo internacional creado por la National Comprehensive Cancer Network. Esa es una guía que seguimos y respetamos para nuestros planes de chequeos y reconocer cuál tratamiento es el más indicado”, afirma Olivera.
“Un plan de prevención es un win-win para ambas partes. Por eso es muy importante que la persona se haga los chequeos en los tiempos oportunos. A veces uno pone la excusa de la falta de tiempo, pero son exámenes que no tardan y que pueden salvarle la vida”, recomienda Suazo.
Tratamientos de élite
Los representantes de Oncosalud, Pacífico y Rimac coinciden en un tema muy puntual: es un mito que en el extranjero se trate mejor el cáncer que dentro del Perú. “Lo que se puede encontrar fuera del Perú son equipos que se renuevan constantemente y mucha mayor inversión en investigación. Pero en términos de resultados y éxitos de tratamientos no hay diferencia”, asegura Suazo. Sin embargo, algunos planes sí contemplan la posibilidad de recurrir a atención médica fuera del país. Por ejemplo, en Pacífico el paciente diagnosticado puede decidir recibir su tratamiento en el extranjero y el seguro pagará por él, pero los costos de estadía no están cubiertos. “En muchos casos, lo que sucede es que la persona pide una segunda opinión fuera del país para asegurarse de que el tratamiento que recibe en el Perú es el mejor posible”, señala Olivera. Mientras que Rimac no ofrece tratamiento internacional, sí considera el rembolso. “En el Perú tenemos una capacidad resolutiva bastante amplia. Por eso cubrimos una segunda opinión en el extranjero, pero consideramos que el tratamiento aquí es de primera”, finaliza Rozas.