No cabe duda de que el crecimiento de la economía peruana se ve reflejada– aunque a distintos ritmos– en la mejora de la calidad de vida de todos los segmentos socioeconómicos, como ha ocurrido en el segmento C, el cual casi ha duplicado su participación (rural y urbano) desde el 2005.
Según información brindada por IBOPE Media, uno de los principales cambios percibidos en el comportamiento de este consumidor está en su mayor ‘anhelo’ por el éxito financiero, cuando en el 2005, el cuidado de su salud era una de sus prioridades. Asimismo, la preocupación por la vida familiar se ha visto reducida, en línea con una mayor proporción de amas de casa que ingresan al mercado laboral, tras una mejor educación recibida.
Respecto al perfil del consumidor, los datos revelan que hay una gran disposición a pagar un poco más por productos de higiene personal de buena calidad (71%), y si bien aún un 69% se mantiene atento a las ofertas y descuentos, un gran porcentaje (66%) del sector piensa que las marcas conocidas son las mejores.
“Esto refleja su mayor interés por dar una buena imagen”, expuso David Prieto, director de Mercadotecnia y Comercialización de IBOPE, durante el Primer Congreso Internacional de Investigación de Mercados, de la Asociación Peruana de Empresas de Investigación de Mercados (APEIM).
Posesión
Los servicios que más crecieron en el segmento C de Lima fueron la Internet y el Cable, mientras que la compra de televisores y refrigeradoras se mantuvo estable, con un uso de más del 95%.
Respecto a los lugares de compra preferidos, destaca la participación de los centros comerciales en las ciudades al interior del país (54%), mientras que en Lima, la cifra bordea el 30%.
Segmento impulsor
El presidente de APEIM, Hernán Chaparro, explicó que el crecimiento del segmento C ha sido impulsado casi en su totalidad por el C1, comportamiento que responde a su mayor gasto discrecional (en recreación, salud y educación), y a su cambio actitudinal o cultural.
“Este segmento quiere ser reconocido por su progreso, y busca desarrollarse más individualmente que grupalmente. La particularidad es que aquí no existe la sobriedad, sino que hay más ostentación y búsqueda de reconocimientos, en términos de logros económicos y sociales ”, sostuvo.
ENTREVISTA
Movilidad social se da cada cinco años
Hernán Chaparro
Presidente de Apeim y gerente general de GFK.
¿Por qué el segmento C2 no ha variado?
Principalmente, por su situación laboral, la cual, al ser predominantemente de modelo independiente, no permite que sus presupuestos alcancen para mejorar su calidad de vida. El problema es que se enfrentan a barreras estructurales mayores, como su sistema educativo y de salud.
Sin embargo, se prevé que cada cinco años se vean cambios significativos de movilidad social (posibilidad de pasar a C1).
¿Cómo describiría la evolución del sector C1?
Sorprendente, pues ha pasado de destinar sus ingresos para mantenerse viviendo, hacia uno más de recreación, y de mejora de calidad de vida. Así, aquí vemos un capital social que es la base de oportunidades.
¿Qué regiones destacan en este cambio?
Todas las provincias de la costa, salvo Piura, que aún es muy heterogénea en su composición. Y el crecimiento comercial se ha dado cuenta de ello y ha ido acercando su oferta. Pero aún falta mucho por hacer en la sierra.
PRECISIONES
Finanzas. El 82% de la población de segmento C en Lima tiene cuenta de ahorros, y 19% en el interior del país.
Perspectiva. Desde el 2005, un 30% más de personas del segmento C de Lima cree que le irá mejor en un año.
Hogares. Los ingresos familiares mensuales ascienden a S/. 3,648 en el segmento C1, y a S/.2,957 en el C2, según la Enaho 2012.