Por octavo año consecutivo, Perú destaca como el país que ofrece el mejor entorno para las microfinanzas y la inclusión financiera a nivel mundial, con una nota global de 90 sobre 100 (3 puntos por encima respecto al 2014).
Así lo anunció el último informe “Microscopio Global 2015 sobre el Entorno para la Inclusión Financiera”, elaborado por el Economist Intelligence Unit por encargo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en el que el Perú ocupa el primer lugar, seguido de Colombia y Filipinas. El estudio abarcó la evaluación de un total 55 países pertenecientes a América Latina, Caribe, Asia, África y Europa Central y Medio Oriente.
El informe destaca el esfuerzo realizado de manera conjunta por el sector público y privado en los últimos años para desarrollar iniciativas que permitan un mayor y mejor acceso de la población peruana a los servicios financieros formales.
Según señala el informe, el sólido marco de regulación y capacidad de supervisión de los servicios financieros; la mayor variedad de productos financieros, canales de atención y medios de pago ofrecidos por el sistema financiero; la ausencia de topes a las tasas de interés; y los avances alcanzados en cuanto a la transparencia de información y protección al consumidor financiero.
También se menciona la prioridad que viene brindando el Estado en el desarrollo de programas de educación financiera como parte de la educación secundaria, y por el lado del sector privado, se resalta la plataforma única de dinero electrónico que viene implementando el sistema financiero, cuyo lanzamiento se tiene previsto para fines del 2015, y que le permitirá llegar a las poblaciones más alejadas y de menores ingresos.
Asimismo, se destaca la aprobación en julio de 2015 de la Estrategia Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) por parte del Estado Peruano, y que contribuirá a que las diversas instituciones públicas, en coordinación con el sector privado, puedan desarrollar con mayor eficacia en los años siguientes acciones en siete campos claves de la inclusión financiera: pagos, ahorros, financiamiento, seguros, protección al consumidor, educación financiera, y atención de grupos vulnerables.
En cuanto al desarrollo del microcrédito, es importante resaltar que el saldo de créditos otorgados por el sistema financiero a las micro y pequeñas empresas (MYPE) ascendió a S/. 31.5 mil millones a octubre 2015. Asimismo, además de los Bancos, existen 36 empresas del sistema financiero que otorgan créditos a las MYPE, lo cual favorece la competencia y la innovación en el sector micro financiero peruano.
Labor de la SBS
Este estudio reafirma los importantes avances logrados por el Perú para mantener un sólido y cada vez más inclusivo sistema financiero; para lo cual ha sido relevante la labor realizada por la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS), en cuanto a la mejora continua de la regulación y supervisión del sistema financiero, así como el liderazgo y acompañamiento en la implementación de iniciativas para mejorar el entorno de la inclusión financiera.
Dicha labor deberá preservarse en el tiempo, ya que la SBS posee un rol relevante en la implementación de la Estrategia Nacional de Inclusión Financiera recientemente aprobada por el Estado.
El informe revela que mantener un buen entorno para promover el desarrollo de servicios financieros accesibles a toda la población, es un tema que ha cobrado relevancia mundial en los últimos años como un factor clave para el desarrollo económico y social de los países en desarrollo, pero aún nos falta camino por recorrer.
Así, el estudio reconoce los avances importantes logrados por Perú en este campo, pero también señala que aún existe una buena parte de la población, sobre todo de zonas rurales, que aún no logran acceder a los servicios financieros formales, en parte debido a características estructurales del país, tales como su difícil geografía, el déficit de infraestructura pública y la baja densidad poblacional.
El próximo lanzamiento de la plataforma única de dinero electrónico que viene implementando el sistema financiero se presenta como una oportunidad para superar estos retos y posibilitar que dicha población se beneficie con el uso de servicios financieros formales.
Por último, el estudio sugiere que tanto el sector privado como el sector público deben continuar trabajando en conjunto para mejorar la educación financiera de la población y la confianza en el sistema financiero.