Tomado de Expansión
Red Iberoamericana de Prensa Económica (RIPE)
Jackobsen aseguró que “aún hay retos pendientes, no sólo para España sino también para Europa”. En Europa, explicó, el crédito a las familias sigue siendo muy escaso, tanto en oferta como en demanda, el mercado de la vivienda está estancado, y el desempleo sigue siendo muy alto, por lo que cree que “la recuperación económica no es mas que una ilusión de los políticos”.
“En España, parece que todo va bien y el bono a diez años está muy bajo, pero en realidad sólo hemos llegado a “un cierto punto de estabilización” y lo que ocurra a partir de ahora dependerá de las políticas que adopte el Gobierno”, enfatizó el economista.
Los países emergentes de Asia se van a convertir en los puntos débiles por excelencia del planeta en 2014, pues ya ha terminado “la parte fácil del ciclo de crecimiento” y ahora nos encontramos con una inversión que alcanza el 43% del producto bruto interno y con un crecimiento que apenas alcanza el 6%.
Asia tiene que pisar el freno y reconsiderar su modelo económico, pero mientras tanto, Europa va a notar las consecuencias de esa ralentización económica a la que se enfrenta su mejor mercado en materia de exportación.
Todo esto, aseguró Jackobsen, nos lleva a un riesgo de deflación, que es muy positivo para los países que son ahorradores netos como Japón, y muy negativa para los que están muy endeudados, como es el caso de España, cuya deuda supera ya el 100% del PIB.
El escaso crecimiento que registrará la economía mundial en 2014, que rondará el 2,8% frente al 2% de 2013, estará liderado por Estados Unidos, donde el consumo y la inversión privados serán claves e impulsarán el crecimiento.
Para este experto, el “tapering” (reducción del estímulo monetario de la FED), continuará mientras siga creciendo la economía, lo que abre la puerta a la relajación cuantitativa en el segundo semestre de 2014.
La zona del euro, por su parte, crecerá en torno a 0.8% en 2014, aunque, considera que las perspectivas son más bien sombrías para Alemania y Francia, que “no ha logrado estimular el crecimiento más allá de estimular el gasto público”, enfatizó Jackobsen.