¿Cuál es su evaluación general del desempeño del sector exportador en lo que va del año?
El impacto mayor viene por la coyuntura internacional. Estados Unidos crece a un ritmo más lento de lo que tenía previsto, y estaría cerrando el año en 2.3%, cuando se había previsto 2.7%. China se ha desacelerado significativamente y Europa no logra salir de la recesión. Comprendemos así esta ligera caída de las exportaciones a fin de año y se prevé que la recuperación comience en el 2014. Un estimado de la caída de las exportaciones –en términos de valor– sería 4% este año, que es lo que Promperú prevé.
Mientras que, en general, este sector no logra recuperarse ni al ritmo ni a los niveles esperados ¿cuáles han sido los subsectores más afectados?
El 76% de lo que Perú exporta son los commodities y dentro de eso, el peso mayor lo tienen los minerales. La caída viene principalmente por los menores precios del cobre y del oro. En la parte no tradicional, las confecciones, así como los productos de textiles, han caído en 15%, seguidos del calzado, los cueros y, en menor medida, la joyería. Toda la parte no tradicional va a mantener un valor parecido al del año pasado. No se espera una gran caída por la parte no tradicional. La caída del 4% se explica más por la parte de los commodities.
¿Cómo ha cambiado la crisis el panorama de lo que debería priorizarse para recuperar el desempeño de las exportaciones?
Si uno mira lo que habría que hacer, las proporciones han ido cambiando. Antes era un 80% orientado hacia el esfuerzo negociador y un 20% hacia la competitividad. Hoy día yo diría que es lo inverso. El énfasis tiene que estar adentro. No digo que se descuiden tratados de libre comercio. Creo que es importante avanzar en materia de tratados con Rusia, India, Israel e Indonesia.
Pero pensemos que eso es un porcentaje pequeño frente a todo el universo exportador. Perú tiene ya tiene 17 tratados de libre comercio, lo que implica que el 95% de lo que exporta y 90% de lo que importa lo hace con países con los que ya tiene negociación.
Priorizaría el esfuerzo en infraestructura. La infraestructura descentralizada tiene un gran impacto en las empresas peruanas. Varias veces hemos puesto el ejemplo de lo que cuesta un flete de un producto fresco de Callao a Miami, que puede estar a US$ 1, mientras que a Santiago de Chile cuesta 85 centavos, siendo bastante más distante.
En este contexto y para lo que resta del gobierno de Ollanta Humala, ¿cuáles serían los ‘hitos’ que marcarían un salto para el sector exportador?
Hoy, el grueso de empresas en este sector es lo que llamo “despachadoras”: colocan el producto en términos FOP en el puerto del Callao y, de ahí, en muy pocos casos saben lo que pasa con su producto. El mercado te está obligando a ir más adelante, a vender en delivery duty paid (entrega con impuestos pagados) en los propios almacenes del cliente.
Eso te hace pensar en esfuerzos que ha hecho Brasil en Estados Unidos o Chile en Barcelona, que son las plataformas logísticas en el exterior. Ese tipo de pasos le cambian la posibilidad a una pequeña empresa. Ahora, difícilmente vas a contactarte con una empresa en España porque trabajas con volúmenes muy pequeños.
¿Pero qué pasaría si tuvieras tu producto en una plataforma de exhibición y logística allá, de manera que puedan comprar el producto ahí, con el stock que proveas? Tendrías salidas como si fuera una tienda acá. Eso lo están haciendo varios países y sería un salto enorme para las exportaciones peruanas. Dentro de ese gran ambiente de competitividad interna, sería una medida importante.