Estos son extractos de la ponencia del director del Instituto Peruano de Economía (IPE) en la Mesa Redonda sobre Política Económica organizada por Gestión, Intelfin y el Instituto Perú de la Universidad San Martín de Porres.
El peso de la confianza en el crecimiento económico del Perú
Se está sobreponderando en la discusión pública el tema internacional, la economía mundial está mejor ahora que hace tres años, sobre todo cuando Estados Unidos se reactiva, y China está estabilizándose. No parecería que hay razones para pensar que la economía ahora está peor que cuando Perú crecía a tasas mayores. De allí que viene mi preocupación por el lado de la confianza. Los últimos datos de la confianza pasan al terreno negativo justo cuando el Gobierno cometió el error de hablar de crisis. Esto, curiosamente, ha tenido bastante credibilidad en el público, como se ha visto en las encuestas. Parece ser que hay una falta de comprensión en la clase política respecto de quiénes son los que generan el crecimiento: sobrestiman los grandes proyectos y subestiman a los millones de agentes económicos. Cuando el 70% de la población cree que estamos en crisis las implicancias son mayores.
Las políticas contracíclicas ya se están dando por el lado del gasto, el gasto público está creciendo de una manera espectacular; sin embargo, la inversión muestra una tendencia a la baja, a pesar del último dato trimestral, y lo ligo directamente con la confianza.
La política contracíclica debe ser administrada mejor por parte del Estado, con un gran programa de infraestructura y desatorar la inversión en las industrias extractivas, lo que tiene que ver básicamente con mal manejo político, desinformación, falta de operadores políticos, y una administración pública que está reflejando lo que al más alto nivel se da. Es decir, desconfianza en el sector privado. Al parecer, al más alto nivel no se dan cuenta de la influencia que tiene dañar los “espíritus animales”, como se ha hecho, en una economía tremendamente abierta al exterior como la peruana.
Priorizar las reformas y gastar mejor en programas sociales
El Estado debe estar mucho más dedicado a hacer reformas y no importa si eso implica gasto corriente, porque hay espacio para hacerlo. Y no es necesario que ese 5% del PBI que es la inversión pública pase a 10% porque eso lo puede hacer en gran parte el sector privado autofinanciado o con cofinanciamiento.
Hoy la administración pública mira al sector privado con una desconfianza increíble y eso es porque la actitud antimercado al más alto nivel del gobierno se replica en toda la administración pública. Entonces te encuentras con funcionarios que dicen que tienes razón, pero te piden que los lleves a arbitraje, y no es algo poco común sino que sucede todos los días, hay centenas de arbitrajes pedidos por el Sector Público.
El desafío de las reglas fiscales y del futuro del canon
No creo que se estén tomando las recomendaciones de la comisión ad hoc en la modificación de la Ley de Transparencia y Responsabilidad Fiscal (LTRF), porque en la reformulación del Marco Macroeconómico Multianual (MMM) puede que se pase de un superávit fiscal de 0.5% este año a un déficit de alrededor de 1% para los próximos dos años, y esta idea de poner límite al incremento del gasto no financiero no va a prosperar. En la medida que haya dificultades se seguirá violando la regla fiscal.
El tema del canon es escandaloso, que las regiones teniendo recursos guardados no los gasten. El Gobierno podría titulizar los ingresos del canon del año siguiente y adelantarlos, si es que va a permitir que las obras que se paralicen. Pero es un precedente terrible entregar dinero adicional, eso no resiste ningún análisis económico. El canon va a tener que ser reformulado, existen innumerables inequidades, está basado en la división política del territorio y no del área de influencia de las industrias extractivas. La idea de que el canon es todo y no se promueva la generación de recursos propios es inaceptable.