Washington (Reuters).- La Reserva Federal de Estados Unidos dijo que continuará por ahora con su ritmo de compra de bonos de US$ 85,000 millones al mes, sorprendiendo a los mercados financieros del mundo, que esperaban una reducción del estímulo económico del banco central.
Citando tensiones en la economía debido a la ajustada política fiscal y mayores tasas hipotecarias, la FED decidió no recortar sus compras de activos, algo que los inversores habían anticipado en los precios de los bonos y las acciones.
La noticia disparó las ganancias en los mercados cambiarios y de acciones de América Latina, que temían que un recorte desatara una salida abrupta de los dólares que inundaron en los últimos años la región.
“El Comité ha decidido esperar por evidencia de que el progreso será sostenido antes de ajustar el ritmo de sus compras”, aseguró el banco central en un comunicado.
La decisión se produce ante un escenario algo más sombrío del panorama de crecimiento de la economía estadounidense de parte de los funcionarios de la FED.
En nuevas proyecciones trimestrales, el organismo recortó su estimación de crecimiento del PBI en el 2013 a un rango de entre un 2.0 y un 2.3% desde el 2.3 al 2.6% previsto en junio.
Aumento de las tasas
La mayoría de las autoridades de la FED, 12 de 17, proyectaron que la primera alza oficial de las tasas de interés se realizará en el 2015. Eso pese a los pronósticos de que el desempleo alcance potencialmente el 6.5%, el umbral en el cual se considerará un alza en las tasas, en algún momento del próximo año.
Para calmar cualquier nerviosismo de los mercados sobre una desaceleración en sus compras de bonos, la FED reiteró que no comenzará a subir sus tasas al menos hasta que el desempleo caiga a un 6.5%, siempre que la inflación no amenace con superar el 2.5%.
La tasa de desempleo en Estados Unidos en agosto se ubicó en un 7.3%.
Las medidas, impensables para muchos dentro de la FED antes de la crisis, generaron intensas críticas de aquellos que temían que pudiesen crear una burbuja de activos o fomentar la inflación.
Pero a la exhibición de fuerza del banco central se le atribuye el haber salvado a las economías de Estados Unidos y del mundo de un destino mucho peor.
Ahora que la economía estadounidense atraviesa por una recuperación estable, aunque moderada, y el desempleo está disminuyendo, los funcionarios han dicho que se está acercando el momento de comenzar a reducir sus compras de bonos con un fin del programa previsto para mediados del 2014.