La reforma de salud va de arriba a abajo. Se origina en una clara voluntad política y se traba en la resistencia de los actores más básicos.
En esta mesa redonda, se discutieron los desafíos de tener al paciente en el medio del sistema. En esta primera entrega, la ministra Midori de Habich explica los cuatro pilares de a reforma.
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El sector salud que tenemos es producto de las decisiones tomadas en el pasado. Y el que tendremos será producto de las decisiones que tomemos ahora.
La propuesta de la reforma de salud se basa en cuatro grandes objetivos, y es importante que el trabajo de cada pilar se convierta en políticas que trasciendan los dos años de Gobierno.
1. Lograr el aseguramiento universal
El Ministerio de Salud pretende alcanzar la cobertura universal –que todo peruano cuente con un seguro de salud– al 2021. En estos momentos, se cubre al 70% de la población, y para el 2016 se espera llegar al 80%.
Extender un carnet de seguros es fácil. El verdadero reto es lograr un acceso equitativo a un paquete de beneficios esté donde esté el asegurado. En Lima, el paciente tiene una cobertura real con un paquete de servicios muchísimo más amplio que el de provincias. Que el seguro sea realmente una oportunidad de acceder a un plan de beneficios supone necesariamente estandarizar la oferta en el país.
2. Tener más y mejores servicios
Los retos mayores del sector están en cómo usar mejor los recursos actuales y cómo ampliar la capacidad de oferta cambiando, además, el modelo de atención.
El camino es evitar las barreras entre los subsectores –por ejemplo, los asegurados del SIS solo se atienden en el SIS-, incorporar la provisión privada financiada con recursos públicos y establecer una política de intercambio de servicios.
En los hospitales, se ha iniciado la expansión de los horarios y los turnos de atención, pues no tiene sentido tener una infraestructura escasa que se usa a mitad de tiempo. Los horarios ampliados actualmente rigen en diez hospitales en Lima. El Minsa apunta a aumentar la capacidad resolutiva en el primer nivel de atención (postas médicas, centros de salud locales).
La solución es introducir un segundo nivel de atención, con hospitales de menor dimensión, distribuidos a nivel provincial y con las especialidades básicas.
Parte de este pilar es la política salarial. Necesitamos transitar hacia un esquema de remuneración meritocrática y distribuir mejor, a través de incentivos, el recurso humano escaso en el territorio nacional.
3. Proteger derechos de pacientes
El concepto es básico: las personas tienen derecho a un seguro de salud, a una atención de calidad y a una cobertura financiera.
El sistema debe reconocer esos derechos y proveer mecanismos para que sean reales. Aquí es clave la Superintendencia Nacional de Salud (Susalud), una institución que ya amplió su ámbito de competencias para ayudar a restituir derechos a los usuarios.
4. Fortalecer la gobernanza
El Ministerio de Salud está en un proceso de reorganización con el nuevo reglamento de organización y funciones. Ya se han creado dos viceministerios: uno de prestación y aseguramiento, y el otro de salud pública.
Para la prestación, se creará un Instituto de Gestión de Servicios de Salud. Esta entidad tendrá a su mando todos los establecimientos de salud, de tal manera que el ministerio pueda concentrarse en temas regulatorios.
OTROSÍ DIGO
La ministra Midori de Habich asegura que, cuando llegó al Minsa, no existía una política de inversiones. Construyó un modelo que precisó las obras más efectivas, en relación a su costo, para resolver el 70% de los requerimientos más comunes en salud. Se identificó que se necesitan unos 170 establecimientos de segundo nivel en zonas estratégicas al interior del país.