La desaceleración de la economía, que todavía no repunta -en noviembre registró una expansión de 3.86% – se verá agravada por factores externos y coyunturales como el fenómeno de El Niño, la tendencia alcista del dólar y las elecciones presidenciales.
Sin embargo, el desempeño de la economía peruana también se ve afectado por situaciones creadas por las (in)acciones del gobierno de Ollanta Humala, que se convertirán desde julio de este año en pasivos para la siguiente administración.
Así, por ejemplo, el economista Paul Lira señaló que la gestión nacionalista está dejando una “situación fiscal peligrosa” para el próximo gobierno. El déficit fiscal habría terminado el 2015 en 2.1%, según el Reporte de Inflación del BCR.
“Todas estas medidas que el Gobierno dio para reducir los impuestos y de esta manera incrementar la actividad económica, tiene el correlato de que ha disminuido la presión tributaria y el déficit fiscal ha aumentado”, explicó.
La situación fiscal se relaciona con la incapacidad del gobierno de fomentar una mayor ejecución del gasto público y acelerar los proyectos de inversión pública.
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“El Gobierno está dejando unos gobiernos regionales que no ha podido ordenar en la parte económica, tienen una gran porcentaje del gasto que no están ejecutando o lo ejecutan muy pobremente”, opinó el director académico de la UPC.
¿Qué otros elementos negativos en el panorama económico son atribuibles a la presente administración? Paul Lira sostuvo que la administración de Ollanta Humala ha fallado en reducir la “jungla” de trámites y permisos con los que tiene que lidiar el sector privado, aunque sea justamente la reducción de la tramitología uno de los ejes del Plan de Diversificación Productiva.
En cuanto a sectores de la economía, el rubro construcción -el INEI reportó el pasado viernes que retrocedió 6.57% en noviembre- sigue cayendo porque los grandes proyectos de infraestructura están trabados o todavía no se ejecutan al 100% de su capacidad y porque las medidas que tomó el Gobierno para mejorar el acceso a vivienda no han surtido efecto.
“(Hubo una) nula planificación en infrastructura. No ha habido muchas obras de infraestructura grandes, y las grandes que se han anunciado no han arrancado porque los contratos están permanentemente renegociados y porque el Estado no puede entregar los terrenos. La famosa pista del aeropuerto Jorge Chávez, que debería estar empezada a construir en el 2011 la han pasado al 2018”, mencionó el académico.
En cuanto a la minería, Lira no la considera como un elemento dinamizador de la actividad económica por los persistentemente bajos precios de los metales. “Este año va a ser un año muy difícil, este año pinta muy mal desde el punto de vista interno y externo”, comentó.
Política monetaria
La semana pasada, el BCR subió la tasa de interés de referencia a 4% debido a las altas presiones inflacionarias y los estimados apuntan a más subidas en el primer trimestre del año.
En ese sentido, Paul Lira indica que una tasa por encima del 4% afecta definitivamente al consumo (basado en créditos, mas no en ahorros), que ha contribuido a la expansión del PBI.
“La mayor parte del consumo en familias no ha venido por ahorro sino porque se han podido endeudar. Si ha aumentado la tasa de interés, mucha gente no va a querer comprar con tarjeta de crédito o va a pensarlo dos veces antes de endeudarse (…) Si la gente no ve bien el panorama, la gente no está en condiciones de asumir deudas a largo plazo”, aseguró.