Davos (AP).- Con el paso de la mayor crisis financiera global, los capitanes de empresa están listos para dejar de simplemente sobrevivir en sus negocios, como hicieron en los últimos años, para entrar a un panorama más prometedor, indicó un sondeo de PwC.
PricewaterhouseCoopers (Pwc) dijo que los líderes empresarios mundiales “están pasando gradualmente de la mentalidad de sobrevivir a la mentalidad de crecimiento”. Ello podría generar más inversiones, crecimiento y empleo.
Empero, para los activistas lo importante es que los avances sean distribuidos más equitativamente ya que la creciente concentración de la riqueza en manos de una súper élite, sostienen, alimentó la desigualdad global y minó la confianza en las instituciones políticas y empresas.
PwC descubrió que la mentalidad de los empresarios “tiene menos que ver con ponerse al abrigo de la borrasca económica y más con prepararse para el futuro”.
Pese a la mejora del sentimiento de los ejecutivos, PwC dijo que nuevos avances podrían resultar más difíciles. Generar el crecimiento es “cada vez más complicado” mientras la economía mundial vuelve a asentarse tras años de crisis que han marcado la forma en que actúa el mundo de los negocios en todos los sectores.
En una entrevista con The Associated Press, el presidente de PwC dijo que el próximo gran desafío será el costo y la complejidad de las nuevas regulaciones adoptadas desde la crisis financiera del 2008 y la subsiguiente recesión.
“Ya sea un acontecimiento como la crisis financiera que acabamos de pasar, siempre se ve este péndulo moviéndose en una dirección y llevará tiempo para que recupere el equilibrio”, dijo Nally.
En los últimos años, muchas empresas hicieron grandes esfuerzos para sobrevivir. Redujeron costos, con la pérdida de millones de puestos de trabajo en todo el mundo, y congelaron las adquisiciones y otras inversiones potencialmente arriesgadas.
Empero, el sondeo sugiere que el repunte — aunque modesto — ha comenzado. La confianza aumenta en las economías avanzadas como las de EE.UU., Gran Bretaña y Alemania, aunque Nally dijo que la recuperación global será frenada por la contracción en las economías emergentes.
Ese pronóstico más optimista coincidió con el del Fondo Monetario Internacional, que mejoró las perspectivas de la economía mundial.
Entre los problemas más destacados Nally mencionó la falta de confianza del público en las instituciones y “una enorme falta de confianza entre el gobierno y las empresas”, lo que demorará tiempo para que sea restaurada.