(AFP).- El territorio estadounidense de Puerto Rico, que se encamina a una grave crisis presupuestaria, está oficialmente en cesación de pagos tras no haber pedido reembolsar unos 2,000 millones de euros (US$ 2,210 millones) de deuda, indicó Standard & Poor’s (S&P).
La isla entró el 1 de julio en default en particular por unos US$ 780 millones que debía el gobierno central y que, de acuerdo con la Constitución, tenían que ser abonados antes de incurrir en cualquier otro gasto.
Además, S&P bajó la nota del gobierno puertorriqueño de “CC” a “D”, que corresponde a una cesación de pagos.
Una ley aprobada la semana pasada in extremis por el Congreso estadounidense permitirá, sin embargo, a Puerto Rico, que pena para hacer frente a una deuda global de US$ 70,000 millones, eludir nuevas demandas judiciales de sus acreedores hasta febrero próximo.
Durante el período, Puerto Rico quedará bajo la tutela de una comisión de supervisión cuyos miembros serán principalmente designados por el Congreso y que tendrán a su cargo renegociar la deuda de Puerto Rico y la potestad de imponer medidas de austeridad presupuestaria en la isla.