A raíz de la postergación de la adjudicación de la Línea 2 del Metro de Lima -que unirá los distritos de Ate y el Callao- surgieron propuestas de Capeco y AFIN para que en algunos tramos no se haga de forma subterránea sino con viaductos, como se da en la Línea 1, pero eso generaría mayores costos, según informó ProInversión en base al análisis realizado por el consultor integral del proyecto.

“El perfil natural del terreno este-oeste tiene pendiente descendente hacia el Callao, siendo más eficiente técnicamente construir un túnel que descienda en paralelo con la pendiente natural, que forzar el trazado para implementar soluciones en viaducto”, señala el análisis.

Hacer tramos con viaductos “incluso implicaría mayores costos de operación por el mayor consumo de energía que requerirían los trenes (elevarlos primero y bajarlos después). De otro lado, se agregan mayores costos de mantenimiento al requerirse equipamiento de sistemas en la sección en viaducto de características diferentes a las que existen dentro de la sección en túnel”, refirió.

Al elegirse la infraestructura subterránea (que fluctúa entre 10 y 25 metros de profundidad), el estudio señala que se minimiza las interferencias con los servicios públicos prexistentes (red de agua, desagüe, energía eléctrica, red de gas, telefonía y fibra óptica, los que estarían a menos de 10 metros de profundidad), “lo cual implica beneficios en ahorro de costos y plazos de ejecución”.

No obstante, el presidente de la Cámara Peruana de la Construcción (Capeco), Lelio Balarezo, ha afirmado que “es una locura” hacer el Metro con 25 metros de profundidad, por lo que sugirió que se tomen en cuentra otros modelos como el Metro de Santiago que está a 6 metros de profundidad.

Tránsito
En tanto, el estudio de pre inversión a nivel de perfil sostiene que “la vía subterránea se hace de uso exclusivo para el transporte público de pasajeros, permitiendo un tránsito continuo de estación a estación, disminuyendo los tiempos de desplazamiento”, anotó.

Además -prosigue- la ocupación de los espacios urbanos se hace mínima al no interferir o limitar de manera permanente los planes de desarrollo urbano de Lima y Callao.