(Reuters) El recién asumido presidente de Argentina, Mauricio Macri , anunció la eliminación de los impuestos a las exportaciones de trigo, maíz y carne vacuna y la reducción de la tasa que paga la soja, el principal cultivo del país.
“Hoy, como lo prometí durante la campaña, estoy apostando a la capacidad del sector agrícola para aumentar la producción. Argentina pasa a tener retención cero para las economías regionales”, dijo.
Ante un grupo de agricultores, Macri señaló que el lunes firmará el decreto con los cambios en los tributos.
Argentina es el cuarto exportador global de maíz, el tercero de soja y un importante proveedor internacional de trigo, cuyos envíos tienen como destino principal al vecino Brasil.
El ministro de Agricultura, Ricardo Buryaile, explicó que la menor recaudación por retenciones será compensada por mayores ingresos tributarios de otros sectores.
“Se va a compensar con más impuesto a las ganancias, a los sellos, a los ingresos brutos, a los débitos bancarios y con más producción y generación de empleo”, explicó.
Tanto las exportaciones de soja como las de su harina y aceite derivados, que tributan un 32%, ahora bajarán cinco puntos porcentuales, confirmando lo que había dicho a Reuters el jefe de una cámara sectorial diez días atrás.
Los altos impuestos a la exportación fueron uno de los puntos principales que enfrentaron durante casi ocho años al poderoso sector agrícola con el Gobierno de centroizquierda de Cristina Fernández, quien dejó su cargo la semana pasada tras dos mandatos consecutivos.
“Hoy se cierra un capítulo. Termina una etapa de confrontación y arranca un camino de construcción, de cooperación entre el campo y el sector público”, señaló en un comunicado la Sociedad Rural Argentina (SRA), que representa a los productores de mayor escala del país.
Los cambios en las políticas intervencionistas de Fernández abren el terreno para una mayor producción de granos en Argentina, lo que en días recientes añadió presión a los precios de la soja en el mercado de Chicago.
Macri espera que al eliminar impuestos a las exportaciones del sector agropecuario, que es el que más divisas genera para el país, vuelvan a ingresar fondos frescos a la estancada economía de Argentina.
“Hemos luchado por esto durante años. Ahora la pelota está de nuestro lado, nosotros tenemos la responsabilidad de aumentar la producción “, afirmó Pedro Vigneau, un productor de la provincia de Buenos Aires, el mayor distrito agrícola del país- y vicepresidente de la entidad sectorial Aapresid.