Los precios al productor en EE.UU. registraron su mayor alza en nueve meses en marzo debido a un aumento del costo de los alimentos y de los servicios comerciales, y apuntaron a algunos focos de inflación a las puertas de las fábricas.
Otros datos mostraron que la confianza del consumidor alcanzó un máximo nivel en nueve meses en abril, fortaleciendo la opinión de que la actividad económica está recuperando impulso después de una pausa debido al mal clima a comienzos de año.
El Departamento del Trabajo dijo que su índice de precios al productor desestacionalizado para demanda final subió un 0.5% el mes pasado, el mayor incremento desde junio del 2013, después de caer un 0.1% en febrero.
Los economistas, que esperaban que los precios recibidos por las granjas, fábricas y refinerías del país subieran sólo un 0.1%, estaban sorprendidos por el incremento del mes pasado.
El Gobierno reformuló el cálculo del índice de precios al productor para incluir servicios y construcción. El corto historial de la serie hace difícil medir una tendencia.
“Podría ser que el clima difícil en los últimos meses haya distorsionado los precios”, dijo Gus Faucher, economista senior de PNC Financial Services en Pittsburgh.
“Existe la posibilidad de que la inflación se esté acelerando en la medida en que las empresas aumentan precios, dada la reciente aceleración en el crecimiento de los salarios y una demanda más fuerte”, agregó.
Asimismo, los precios al productor, excluyendo los volátiles costos de los alimentos y la energía, subieron un 0.6%, el mayor incremento desde marzo del 2011. El llamado índice de precios al productor subyacente para la demanda final bajó un 0.2% en febrero.
Con el paso del tiempo, el índice de precios al productor seguirá de cerca al índice de precios al consumidor. La inflación ha sido muy baja, lo que ha permitido a la Reserva Federal mantener su política monetaria expansiva para estimular a la economía.