Lisboa (Reuters).- El Gobierno portugués aprobó el jueves en torno a 800 millones de euros (unos 1.040 millones de dólares) en nuevos recortes de gasto para que el rescate de la Unión Europea y el FMI siga su curso, después de que su plan de austeridad fuese rechazado por el Tribunal Constitucional.
El secretario del Presupuesto, Luis Sarmento, dijo en una conferencia de prensa tras una reunión del gabinete que duró toda la noche que los últimos recortes y algunas otras medidas permitirían a Lisboa lograr su objetivo de déficit del 5.5 por ciento del PIB para este año y asegurar que recibe el próximo tramo de 2,000 millones de euros de su rescate.
El Gobierno portugués cree que el nuevo plan resistirá los tribunales, pero los recortes siguen produciendo enojo en una población que salió a la calle el pasado mes contra la austeridad.
Mantener a Portugal encaminado a una vuelta definitiva a los mercados de deuda es una importante meta para la zona euro, que ha visto cortada su salida de la crisis por un estancamiento político en Italia y una debacle financiera en Chipre.
Los representantes de la UE y el Fondo Monetario Internacional estuvieron esta semana en Lisboa para ayudar al gobierno a identificar las medidas que puedan compensar los dictados del tribunal y trabajar sobre más recortes estructurales hasta 2015.
El Ejecutivo se vio forzado a reducir más el gasto después de que un tribunal anulase el 5 de abril varias medidas de austeridad dentro del presupuesto de este año, dejando un agujero de alrededor de 1,300 millones de euros.
Los nuevos recortes de gasto que afectan a los funcionarios y al gasto público corriente tienen un valor de un 0.5% del PIB.
Pero el Gobierno dijo que usaría los fondos estructurales de la UE, renegociaría los contratos de colaboración público-privada y llevará a cabo una reducción de gasto planeada para 2014 y 2015 para rellenar el hueco. Los recortes se detallarán el martes.
“Estas medidas garantizarán que se desembolse el octavo tramo del rescate a Portugal. El tramo depende de que Portugal respete los límites presupuestarios y eso es lo que perseguimos con estas medidas”, dijo el ministro de Desarrollo Regional, Miguel Poiares Maduro, en conferencia de prensa.
Portugal, atenazado por su peor recesión desde la década de 1970, ya ha impuesto las mayores subidas impositivas que se recuerdan para tratar de reducir su déficit y salir de su programa de rescate en 2014 como se planeó inicialmente.
En enero Portugal emitió bonos por primera vez desde el rescate de 2011 y se ha estado preparando otra emisión este año para tratar de recuperar el acceso a los mercados de financiación.
Filipe Garcia, jefe de la consultora Informacao de Mercados Financeiros en Oporto dijo que la nueva demostración de intenciones del Gobierno para cumplir con sus compromisos y el hecho de que la decisión judicial no haya desencadenado una cfisis política dan apoyo a la credibilidad de Portugal en el exterior.
“Respecto a las propias medidas, es demasiado pronto para decir si serán suficiente para alcanzar las metas porque no hay detalles y algunas dependen de terceras partes”, dijo.
La coalición de gobierno de centroderecha tiene una cómoda mayoría en el Parlamento para aprobar leyes y este mes superó una moción de censura de los socialistas que han rechazado más colaboración con el gobierno respecto a las medidas de austeridad.
En un comunicado, los prestamistas de Portugal dijeron que seguirían debatiendo las medidas con el Gobierno, que enviará al Parlamento enmiendas al presupuesto de este año a mediados de mayo.
El rendimiento de los bonos a 10 años del país que subieron hasta alrededor del 6.7% tras la decisión judicial han bajado desde entonces hasta un 6.2% – no lejos de los niveles del 5.9% de enero – el menor nivel desde finales de 2010. El jueves su rentabilidad veía pocos cambios.