Pese a las noticias, tal vez la libra esterlina ya tocó fondo

El lunes, la libra tocó su nivel más débil frente al euro desde noviembre y brevemente cayó a menos de US$1.20, el punto más bajo desde la caída instantánea del 7 de octubre.

(Bloomberg) La libra esterlina puede sobrevivir al divorcio entre el Reino Unido y la Unión Europea.

Pero uno no concluiría eso viendo su reacción a la noticia publicada el domingo por The Sunday Times, que decía que en el discurso que pronunciará la primera ministra Theresa May el martes se insinuarán planes para una separación dura de su principal socio comercial.

El lunes, la libra tocó su nivel más débil frente al euro desde noviembre y brevemente cayó a menos de US$1,20, el punto más bajo desde la caída instantánea del 7 de octubre.

Si esto constituye la mayor parte de las noticias sobre el Brexit duro, puede que nos estemos acercando al piso que tocará la libra frente al euro. La posición de May parece más bien un punto de partida duro para las negociaciones, uno que debería conseguir un compromiso más equilibrado de la Unión Europea en el transcurso de los próximos dos años.

Al rehusarse a dejarle seleccionar ningún aspecto de la separación, la intransigencia del bloque forzó al Gobierno a adoptar esa postura.

Lo que impulsa una moneda con el tiempo es la demanda de los activos y servicios de su país, y la perspectiva para el Reino Unido es buena.

No sólo el crecimiento británico viene siendo sorprendentemente robusto. Reino Unido fue el país del G-7 que más rápido creció en el tercer trimestre, con una tasa anual de crecimiento real del PBI de 2.2% frente a 1.7% para la UE y Alemania. Esto va contra el debilitamiento de la moneda.

Las perspectivas de expansión en el futuro no tienen por qué ser apocalípticas. El ministro de Hacienda del Reino Unido, Philip Hammond, advirtió a la UE que el Reino Unido puede modificar radicalmente su modelo competitivo para evitar daños económicos a largo plazo.

Crear un paraíso impositivo offshore a las puertas de Europa, en particular ahora que la City organiza la mayor parte de las necesidades de financiamiento del continente, sin dudas expone los aspectos más duros de las negociaciones.

Aunque la valorización de las ganancias extranjeras causada por la debilidad de la libra ha sido uno de los principales factores por detrás de la fuerza reciente del FTSE 100, el fortalecimiento de la economía también elevó el índice, y además arrastró al FTSE 250, de mayor inclinación local.

Un mercado accionario doméstico saludable es un buen barómetro de una mejoría en la perspectiva para los inversores reales que ponen el dinero a trabajar.

La estabilidad del mercado de bonos del Gobierno británico tras la noticia del domingo también sugiere que los inversores en bonos británicos son optimistas respecto a la perspectiva para la moneda.

Para ellos, el caos de este lunes parece una intermitencia de corto plazo y el escenario general es más favorable. Se pueden ver los bonos como una libra a futuro: uno presta libras hoy a cambio de recibir libras mañana. El hecho de que la mayoría de los inversores extranjeros haya sido compradora neta de bonos del Gobierno británico desde el referéndum puede entenderse como un voto de confianza en la moneda.

Lo que sorprende desde la votación es el bajo número de transacciones de fusiones y adquisiciones realizadas para aprovechar el debilitamiento de la libra, como sostuvo mi colega Chris Hughes.

Un debilitamiento posterior de la moneda podría cambiar este escenario y desatar una tendencia hacia adquisiciones más oportunistas, lo que beneficiaría a la libra.

En algún momento, el euro tendrá que tener en cuenta el efecto económicamente depresivo de la separación del Reino Unido, y eso debería crearle un peso a la moneda común.

La situación no es tan sencilla con el dólar. Las perspectivas de que aumente el crecimiento de la mano del estímulo apoyan un fortalecimiento constante del dólar, aunque quizás ya estén contabilizados tres aumentos de las tasas de interés de la Reserva Federal.

De todas formas, el indicio dado por el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, de que pronto organizará un acuerdo de comercio con el Reino Unido podría allanar el camino para que la libra huya de una espiral descendente permanente frente al dólar.

Además, cualquier medida tomada por el Banco de Inglaterra para alejarse de la flexibilización beneficiará mucho a la libra.

Siempre la noche es más profunda justo antes del amanecer, pero quizás las soleadas tierras altas de la libra esterlina estén haciendo señas justo por encima del horizonte.

Esta columna no necesariamente refleja la opinión de Bloomberg LP y sus dueños.

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