En el 2012, se oficializó el convenio entre los gobiernos de Perú y Corea del Sur para la adquisición de 20 aeronaves y la transferencia tecnológica para la coproducción de 16 de estas. Tres años más tarde, esta alianza estratégica para el desarrollo de la industria aeronáutica peruana, que incluye una inversión de US$ 208 millones, ya rinde sus frutos en la Base Aérea de Las Palmas.
“Esto no solo debe ser enfocado como un convenio netamente económico y comercial. Es una alianza estratégica entre Corea y el Perú. Corea apuesta por su presencia acá para no solamente atender nuestro mercado sino abarcar la región”, afirma Pedro Cateriano, ministro de Defensa, en recorrido por las instalaciones del Servicio de Mantenimiento (SEMAN) en Surco.
Avances
Hasta el momento, la Fuerza Aérea Peruana (FAP) ya cuenta con cuatro KT 1 – P ensambladas aquí con todas las piezas coreanas, y ocho aeronaves están en proceso de coproducción. De estas ocho, solo una está totalmente terminada y hará sus vuelos de prueba la primera quincena de marzo.
El costo de cada KT-1P asciende a US$ 8 millones, lo que hace un total de US$ 158 millones. El resto es destinado al soporte inicial, entrenamiento del personal, construcción de un simulador, habilitación de cuatro hangares, y el equipamiento para misiones alternativas (posibilidad de llevar armamento y realizar operaciones de combate), elementos contemplados en los cuatro convenios offset de la alianza.
La coproducción conlleva a la transferencia de conocimiento de Corea al Perú. El mayor general FAP Wolfgang Dupeyrat Luque, comandante del Servicio de Mantenimiento (SEMAN), precisa que ya se han formado 50 profesionales (miembros de la FAP y personal civil) en Corea del Sur y 18 personas han recibido asistencia técnica.
¿Cómo funciona la coproducción? Además de la capacitación a persona, la empresa Korean Airspace Industries -grupo corporativo conformado por Samsung, Daewoo y Hundai- ha suministrado hasta el momento 349 herramientas y equipos. Del total de partes requeridas para ensamblar un KT 1 – P, el 5% (72 piezas) se produce actualmente en Las Palmas.
El titular de la cartera de Defensa también destacó la incidencia de la alianza en los cadetes de la FAP. “Los cadetes van a tener la oportunidad de ser entrenados con tecnología absolutamente moderna. No solamente implica un mejoramiento de condiciones técnicas sino que influye en la mística, en la vocación del piloto, en su identificación con la institución”, indicó Cateriano.
Proyecciones
El avión número 20 será terminado en el 2016, pero la relación con los especialistas de KAI durará el tiempo de vida de los aviones, de 15 a 20 años.
Tras la culminación de la entrega de las aeronaves, el Perú pretende ser un proveedor regional de KT-1P, piezas aeronáuticas y el respectivo servicio de mantenimiento.
“Estamos arrancando con un 5% de piezas. El objetivo es que en diez o doce años, casi el total de las piezas, con el material que tenemos acá y con el soporte tecnológico también pueda ser hecho en el Perú”, manifestó el ministro Cateriano.
Este desarrollo mayor de la industria aeronáutica peruana, que nos podría a la par de industrias modernas como la brasileña, se vería acompañado de empresas privadas.
“Obviamente hay posibilidades de entrada de empresas privadas. Aspiramos al desarrollo de nuestra industria aeronáutica con la participación de todos aquellos que quieran asociarse y progresivamente ir aumentando el porcentaje de las piezas del avión que se fabrican acá”, afirmó el ministro.
Al largo plazo, se apunta a la exportación de piezas de fabricación nacional a otros países de la región y a la misma Corea.
“Desde el Perú, exportar partes y piezas de los aviones KT-1P a otros mercados es, en realidad, un potencial muy rico si este proyecto es manejado adecuadamente”.
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