El ministro de Energía y Minas, Jorge Merino Tafur, sustento la importancia de construir un ducto de etano en la costa al calcular que el Perú pierde unos 220 millones de dólares anuales al no aprovechar el etano que contiene el gas de Camisea, pues sólo se opta por quemarlo.
“Hoy traemos el gas natural hasta Chilca en la costa, que tiene un alto contenido de etano, 10% según los reportes. Sin embargo, allí se quema 100 millones de pies cúbicos diarios de etano, que equivale a 600 mil dólares diarios. Al año son 220 millones de dólares”, precisó.
“Eso significa que desde 2004 a la fecha el país ya perdió 1,700 millones de dólares. Lo que se ha planeado es hacer una descentralización industrial separando el etano y llevarlo al sur porque no podemos seguir haciendo industria solo en Lima”, agregó.
‘No mata’ al gasoducto del sur
El ministro Merino recalcó que el proyecto del ducto de etano en la costa “no mata” al polo petroquímico que se desarrollaría con el Gasoducto Andino del Sur (operado por Kuntur), pues el gas provienen de distintos lotes y, además, existe una demanda de etano que excede a la nacional y puede abastecer a la región.
Así lo explicó: “¿Por qué el ducto de etano no mata al polo petroquímico de Kuntur? Con 100 millones de pies cúbicos podemos poner una planta de 1 millón de toneladas de plásticos al año, y el consumo de plásticos en Perú es de alredor de 350 mil toneladas. Pero no hay otra planta petroquímica desde Colombia, Ecuador y Chile, y podríamos alimentar la demanda de esos países con el etano que se produzca en esta primera planta”.
Y agregó: “Producir de dos lotes de 88 y 56 separando el etano es completamente diferente a separar el etano y el metano del Gasoducto Andino del Sur que son de dos lotes separados, del 57 y 58”.