El Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (IEDEP) de la Cámara de Comercio de Lima (CCL) advirtió que el país registraría déficit fiscales de alrededor del 2% del PBI hasta el 2017, acumulando así cuatro años consecutivos de saldos negativos en sus cuentas fiscales.
El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) proyecta para este año un déficit de 2.2% en el 2015 y 2.7% del PBI en el 2016.
En el 2014, el Perú registró un déficit fiscal de 0.3% del PBI, que fue su primer resultado negativo en un período de cuatro años.
La CCL cree que estos estimados se deben principalmente al deterioro de los ingresos tributarios y el menor crecimiento del PBI potencial.
Esta situación también empujaría al país a contar con una deuda pública de un ratio cercano al 25% del PBI.
“El actual contexto internacional y, en especial, el panorama interno, no resultarán auspiciosos en el corto plazo en la evolución del PBI y los ingresos fiscales, lo que seguirá afectando a la recaudación tributaria”, manifestó César Peñaranda, director ejecutivo del IEDEP.
Según el especialista, la recaudación del Impuesto a la Renta (IR) y el Impuesto General a la Ventas (IGV) ha sido afectada por la caída de las cotizaciones de los commodities, el menor dinamismo de la economía y la reducción de la tasa del impuesto a la renta.
“En términos porcentuales del PBI, el Impuesto a la Renta ha bajado de 7.3% a 5.7%, y el IGV de 8.7% a 8.5% entre el 2012 y lo que se proyecta para terminar el 2015”, manifestó Peñaranda.
La CCL cree que las medidas fiscales aplicadas por el Gobierno Central también han contribuido a reducir el potencial de la recaudación al rebajar las tasas de los aranceles y del impuesto selectivo al consumo (ISC).
Igualmente, Peñaranda agregó que la menor recaudación no solo proviene de los ingresos tributarios extraordinarios que se generan principalmente por los precios internacionales, sino también por los ingresos tributarios estructurales que han caído en dos puntos porcentuales del PBI potencial, de 6.5% a 4.5% del PBI.
“Por este motivo el desafío principal será conseguir el crecimiento de la economía, sin embargo no hay mucho espacio para implementar una política fiscal expansiva a menos que se afecte la estabilidad macroeconómica”, manifestó.
Agregó que para los próximos años es indispensable, en materia de gasto público, controlar el gasto corriente y priorizar la inversión en infraestructura porque dichas acciones contribuirán a recuperar la productividad y el crecimiento potencial del país.
En tanto, en materia de ingresos fiscales, se requiere ampliar la base tributaria, que se busque reducir la informalidad, así como eliminar o racionalizar las exoneraciones tributarias y reducir la evasión y el contrabando.