En mayo de este año, la economía peruana creció 3.39%, según las cifras del INEI (ver tabla). Este resultado se explica básicamente por el extraordinario crecimiento de la actividad pesquera (que creció 280.4%) y su impacto en la manufactura procesadora de materias primas (57%), que pesa 12.4% en el PBI.
En este contexto, para Francisco Grippa, economista principal del BBVA Research, sin este efecto de la actividad pesquera (que resulta estacional) -específicamente de toda la industria de la anchoveta- la economía habría crecido solo 1%.
“El PBI de mayo creció 3.4%. De esto, cerca de 2.5 puntos estuvo explicado por la anchoveta, ni siquiera hablo de toda la pesca. Es decir, capturar la anchoveta, procesarla y elaborar harina de pescado. Entonces, cuando uno le resta esto, nos quedamos con un crecimiento de alrededor de 1%”, indicó.
Si bien es cierto que los números han mejorado respecto a los meses anteriores (en abril el PBI creció solo 0.17%, según INEI), aún se refleja una economía débil, añadió.
“No es que esté habiendo una mejora estructural o subyacente en la capacidad de gasto de los agentes económicos. Es una cuestión transitoria”, remarcó. Esto se reflejaría no solo en las cifras interanuales, sino también en las desestacionalizadas (ver gráfico), precisó.
En tanto, proyectó que la figura registrada en mayo se repetiría en junio. Así, según sus estimados, el primer semestre cerraría con un alza cercana al 2.5%. Hacia la segunda mitad del año, la cifra sería similar (2.5%), pero estaría determinada por una composición distinta.
“En el segundo semestre estimamos una mejora de la demanda interna básicamente apoyada por un gasto público. Exportaciones moderadas y más demanda interna”, dijo.
El segundo trimestre
Para junio, proyecciones privadas indican que la economía habría crecido menos, entre 2% y 2.5% (Gestión 14.07.17). Si se concreta este resultado en junio, el segundo trimestre no habría significado un despegue de la actividad económica.
El Banco de Crédito (BCP) estima que en el segundo trimestre del 2017 el PBI habría crecido alrededor de 2%, es decir, similar que en el primer cuarto del año (2.1%).
Sin embargo, esta cifra oculta lo que está pasando a nivel de los sectores productivos más ligados a la demanda interna (o sectores no primarios), los cuales, según el departamento de Estudios Económicos del BCP, “habrían registrado apenas un avance de alrededor de 1%”, respecto al mismo periodo del 2016, es decir, una tasa menor a la registrada en el primer trimestre de este año (1.4%).
Demanda interna
La demanda interna sigue débil y lo que más preocupa es que seguiría así en lo que resta del año. “Los indicadores disponibles para junio de este año apuntan a una modesta recuperación de los sectores no primarios”, dice el BCP.
Pero ¿de qué depende que se recupere la demanda interna? Según el BCP, es “altamente dependiente de la inversión pública y del avance de la reconstrucción de El Niño y obras de los Juegos Panamericanos” (al menos en el corto plazo).
Refiere que, luego de caer 10% en términos reales en el primer semestre de este año, no descarta que la inversión pública crezca a tasas de dos dígitos en alguno de los próximos trimestres debido a estos proyectos y un efecto ‘rebote’ luego de caer 15% en el cuarto trimestre del 2016 y primero de este año.
Sin embargo, señaló que el gasto privado (inversión y consumo, que entre ambos pesan 80% del PBI) seguirán débiles. En el primer trimestre, el consumo privado creció solo 2.2% y el BCR proyecta para el año una tasa de 2.5%.
El caso de la inversión privada es peor. Viene cayendo 5.6% en el primer trimestre y el BCR proyecta que en el año caerá 1.8%.