La publicación de la Universidad del Pacífico, “Cuando despertemos en el 2062: Visiones del Perú en 50 años”, abrió un complejo debate entre economistas e investigadores del medio. Pablo Bustamante, director de Lampadia, calificó el estudio como “fatalista”, pues dejaría de lado en sus proyecciones los futuros avances científicos.
“Como dice Savater, el hombre se define por la tecnología. No se puede tener una visión determinista sin analizar la frontera de producción”, argumentó en Canal N.
Por ejemplo, comentó, según una noticia del Finantial Times, Japón ha visto la viabilidad de explotar hidrato de metano, cuyas reservas equivalen a dos veces las de gas mundial, y cada libra contiene entre 162 y 164 libras de gas.
El analista recordó además que -según el HSBC, el Perú será una de las economías que más crecerá hasta el 2050 a un ritmo de 5.5% por año y llegaría el puesto 26.
Entre los principales factores estructurales, la institución financiera destaca la demanda por commodities y la fuerza laboral peruana: La mitad de nuestra población pertenece a la PEA, que aumentará 40% durante los próximos cincuenta años.
“Hoy puede observarse un incremento de la desigualdad en los países desarrollados, pero en los países emergentes sucede todo lo contrario”, acotó.
Por mejorar
Cuando se plantean políticas públicas a largo plazo –sostuvo Bustamante- deben observarse las causas y efectos de las medidas que llevaron al país a la posición actual. En este sentido, recalcó que durante treinta años (entre 1960 y 1990) nuestro producto per cápita “se estancó” por cerrarnos al mundo y la inversión.
Finalmente, puntualizó cuatro ‘puntos débiles’ de la economía peruana que demandan la atención de las autoridades: Educación, instituciones, infraestructura y clima de inversión.