Para el Colegio de Nutricionistas, el reglamento de la Ley de Alimentación Saludable emitido ayer por el Ejecutivo es un “saludo a la bandera” y un regalo para los industriales.

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Dado que deroga los parámetros técnicos referentes a los contenidos de azúcar, sodio y grasas saturadas acorde con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y emitidos por el propio Ministerio de Salud (Minsa) – a través del Decreto Supremo 007 – el 2015 para ser considerados en la reglamentación de la citada ley, por otros totalmente elevados y que en algunos casos es hasta cuatro veces superior.

Situación que traería como consecuencia que, en unos cuatro años, la población infantil tengan entre sobrepeso y obesidad una prevalencia cercana al 60%. Así lo explicó a Gestión.pe la decana del Colegio de Nutricionistas de Lima y Callao, Magaly Herrera.

Estos parámetros, cabe precisar, serán vitales para la aplicación del reglamento, es decir, para las advertencias publicitarias las que – de acuerdo a la norma – “deberán ser consignadas de manera clara, legible, destacada y comprensible en la cara frontal de la etiqueta del producto”.

Incluso para que en el rotulado se establezca “ALTO EN SODIO”; “ALTO EN AZÚCAR” o “ALTO EN GRASAS SATURADAS”. ¿Qué pasó en el camino?

“Tras la decisión del Minsa el 2015, que se tradujo en un Decreto Supremo, es la PCM – tras el cambio de gobierno – quien hace una solicitud a las instituciones públicas y privadas para que puedan emitir algunas consideraciones. Es así que, después de haber recogido todas esas observaciones, que incluye la de los privados, es que sale este reglamento con cantidades o parámetros que son totalmente elevados”, refiere la especialista.

El nuevo reglamento establece dos fases para su implementación. Una primera fase de seis meses de la aprobación del Manual de Advertencias Publicitarias, que estará a cargo del Minsa, y una segunda fase de 39 meses de la aprobación del Manual de Advertencias Publicitarias.

“Esta primera fase no es otra cosa que un regalo de Navidad para los industriales, pues si se compara los parámetros establecidos el 2015 con las del 2017 vemos que se está variando para el caso del azúcar de 2.5 gramos por 100 mililitros en líquidos – que establece la OMS – a 6 gramos por 100 mililitros y en sólidos de 5 gramos a 22.5 gramos por 100 gramos de alimentos”, subrayó.

Esto quiere decir que un caramelo va ser permitido para que los niños puedan consumirlo en los llamados quioscos saludables, alertó la nutricionista.

Esto no es el único cambio. La presencia permitida de grasas saturadas en líquidos varió de 0.75 gramos por 100 mililitros a 3 gramos / 100 ml y en sólidos de 1.5 gramos a 6 gramos por 100 gramos de alimentos, lo que equivale a cuatro veces la cantidad establecida por la OMS.

En sodio, si bien para líquidos ha disminuido a 100 miligramos de 300 miligramos por 100 ml, no ocurre lo mismo en alimentos que subió la presencia permitida de 300 miligramos a 800 miligramos por 100 gramos. (Ver cuadros comparativos)

“Esto amerita una llamada de atención al gobierno, porque se ha puesto la camiseta de la industria. Prácticamente, deja sin voz a los documentos elaborados anteriormente. En la práctica tenemos que esperar un año para la implementación del primer tramo y luego tres años para que entre en vigencia el segundo tramo, es decir, después que se vaya este gobierno qué parámetros van a ver, quién va a responder por le está dejando al siguiente gobierno”, advirtió.

Cabe precisar que para el segundo tramo, lo valores consignados en comparación al establecido el 2015 – en algunos casos – se duplican y otros quintuplica.

Sobrepeso y obesidad infantil
La nutricionista alertó que el Observatorio de Nutrición y Estudio del Sobrepeso y Obesidad – a cargo del Instituto Nacional de Salud del Minsa – que, de acuerdo a la norma, será la instancia “de articulación y monitoreo que gestiona y sistematiza información y evidencias de investigaciones sobre la situación de sobrepeso y obesidad”, no cuenta con datos actualizados – solo hasta el 2014 – de esta problemática en niños, niñas y adolescentes.

“Lo que es lamentable, si va ser un actor clave de fuente de información para la implementación de esta ley”, dijo.

Así, la especialista detalló que de acuerdo a la última Encuesta Demográfica y de Salud Familiar, se ha incrementado en más de 40% en promedio la prevalencia de sobrepeso y obesidad en la población infantil.

Con la puesta en vigencia de esta norma y de los parámetros establecidos, en opinión de la decana, en unos cuatro años estaremos con niños que tengan entre sobrepeso y obesidad una prevalencia cercana al 60%.

“La ministra debería dar un paso al costado, si no es capaz de defender la salud y este reglamento va en contra de ella”, puntualizó.