La agencia Moody’s Investors Service subió hoy la calificación soberana del Perú de Baa2 a A3, con una perspectiva de calificación que pasó de positiva a estable.
Según un comunicado de la calificadora de riesgo, existen tres factores que impulsaron la mejora de la calificación, de los cuales fue la expectativa de un mayor fortalecimiento del balance y marco fiscal del gobierno peruano.
El segundo factor es el sostenido impulso de reformas estructurales para incrementar el potencial de crecimiento del país y afrontar limitantes institucionales.
Mientras que el tercer factor es la expectativa de que la actividad económica del Perú se acelerará hacia 2016, hecho que avala una sostenida mejora de los indicadores crediticios con relación a pares con calificación similar.
Moody’s indicó que a pesar de la desaceleración cíclica de la actividad económica y de la caída de los precios de exportación de commodities clave, la diversificación de ingresos tributarios ha contribuido a fortalecer la salud fiscal del Perú.
Precisó que el balance fiscal registró un superávit en 2013, ubicado en 0.7% del Producto Bruto Interno (PBI), y el indicador de deuda pública cayó a 19.6% del PBI desde 20.4% en 2012.
A estos se suma los superávits fiscales sostenidos, que han generado un considerable nivel de activos líquidos y esto provocó que la deuda pública neta se ubicara por debajo del 4% del PBI.
“Moody’s prevé que la deuda pública bruta continuará disminuyendo a aproximadamente 18% del PBI en 2016”, señaló.
Asimismo, manifestó que la vida media de la deuda de gobierno, actualmente 12.7 años, se mantendrá en niveles altos avalando bajos requerimientos financieros del soberano, los cuales Moody’s proyecta representarán en promedio 1% del PBI durante los próximos tres años.
Además, las medidas para diversificar las fuentes de ingresos y ampliar la base tributaria respaldarán la reducida vulnerabilidad a la volatilidad de los precios de los commodities y protegerán las cuentas fiscales.
“Las autoridades han mejorado su marco de gestión de activos y pasivos para controlar mejor los riesgos financieros y así complementar el enfoque soberano conservativo de formulación de políticas que está respaldado por normas fiscales para limitar los déficits estructurales y dar apoyo a la solvencia de las finanzas públicas”, comentó la agencia calificadora.
En el caso de las reformas estructurales, Moody’s indicó que además de las nuevas leyes y los recientes cambios en el marco fiscal del gobierno, se han legislado importantes reformas estructurales que buscan aumentar la productividad y apoyar las tasas de crecimiento comparativamente altas del Perú.
“Estas incluyen medidas para reducir los costos de transacciones, aumentar la cobertura y fomentar una mayor competencia en el sistema de pensiones. También se han registrado reformas en el ámbito de la educación y la salud, reformas tributarias, y una importante reforma del servicio civil que promueve la meritocracia y la eficiencia en el sector público”, explicó.
Paquete reactivador
También enfatizó que dado que la actividad económica se ha desacelerado un poco, la respuesta de las autoridades peruanas ha sido la de continuar con las reformas centradas en la oferta.
“El 11 de junio, el Gobierno aprobó un nuevo paquete de reformas estructurales que actualmente están siendo debatidas en el Congreso. Estas medidas incluyen cambios en el sistema tributario, una reforma del mercado laboral, la reducción de la burocracia y el aumento de la transparencia en las adquisiciones del sector público”, recordó.
Moody’s considera que estas medidas impulsarán la producción potencial y la inversión del sector privado, al mismo tiempo que también se ocuparán de las preocupaciones en la comunidad empresarial sobre temas burocráticos que han afectado negativamente a la confianza de los inversionistas.
Como resultado de estas reformas y de las sostenidas inversiones en infraestructura pública, incorporamos una expectativa que la actividad económica en el Perú se acelerará a aproximadamente 6% en 2015 y 2016 desde poco mas de 5% en 2014, lo cual sustenta una mejora sostenida de los indicadores crediticios con relación a sus pares con similares calificaciones.