Un nuevo reporte de Moody’s Investors Service advierte que la desaceleración del crecimiento económico del Perú continuará y cerrará el 2017 con una expansión de 2.6%, lo que significa una reducción respecto a la proyección de 3.7% que calculaba en febrero del presente año.
El documento añade que el crecimiento del Perú para el cierre del 2017 igual es menor al 3.9% obtenido en el año anterior.
“Un entorno externo más benigno y un impulso de inversión pública asociado principalmente con la reconstrucción debido a fuertes daños causados por tormentas a principios de 2017, compensarán parte de dicha desaceleración”, indicó..
Sin embargo, mencionó que el crecimiento económico del Perú tendrá una probable recuperación de alrededor del 3.9% en 2018.
Asimismo, Moody’s espera que la calidad crediticia corporativa de Perú (A3 estable) varíe considerablemente para cada industria desde ahora y durante 2018, debido a la desaceleración económica.
Explicó que el crecimiento económico de Perú se verá restringido por dos impactos que golpean la economía en el 2017: las fuertes inundaciones acontecidas recientemente y la suspensión de proyectos de inversión en infraestructura relacionados con un escándalo de corrupción de Odebrecht.
“La combinación de estos impactos representó una pérdida en los resultados de hasta 1.5 puntos porcentuales con respecto a 2016”, indicó Moody’s en su reporte.
Añade que a diferencia de 2016, la calidad crediticia mejorará en 2017 para las compañías orientadas a la exportación en los sectores de minería y pesca, por ejemplo, en función de mayores precios de los commodities, mayores cuotas de pesca y medidas específicas que tome la compañía, como recorte de costos y reducción de deuda.
“El fenómeno de El Niño ocurrido a comienzos de 2017 se seguirá manifestando durante todo el año, en particular, en el norte de Perú, el área que sufrió mayores daños”, afirmó Barbara Mattos, senior credit officer de Moody’s y autora del reporte.
Señaló que los esfuerzos de recuperación traen oportunidades para mejorar la infraestructura construyendo rutas, puentes, túneles y otras estructuras más resistentes a futuros avatares climáticos, al mismo tiempo que brindan oportunidades para mejorar la productividad.
“El escándalo de corrupción de Odebrecht compensará parte de esta oportunidad de crecimiento, debilitando la calidad crediticia de algunas compañías de la construcción y de materiales de construcción”, anotó.
Recordó que el escándalo de corrupción de Odebrecht forzó a Perú a cancelar su contrato para la construcción del Gasoducto Sur Peruano (GSP), un proyecto de US$ 7,300 millones que representaba el 4.1% del PBI de Perú.
Según Mattos, las inundaciones fatales de los últimos meses también dejaron vulnerable a la economía peruana.
“Sin embargo, una caída en la inflación posterior al aumento en los precios de los alimentos relacionado con El Niño respaldará mayores niveles de ingresos y el flujo de crédito al sector privado”, indicó.
Asimismo, manifestó que mayores precios de los metales respaldan mejores condiciones financieras para las compañías mineras, que también se benefician de mayores niveles de producción y una reducción de los costos, lo que promueve una mayor solidez de los perfiles crediticios.