Todas las paraestatales petroleras de América Latina enfrentarán el deterioro de sus indicadores crediticios de aquí hasta el 2016, cuando la producción de petróleo y gas se incremente lo suficiente para mejorar sus flujos de efectivo e indicadores financieros en general, señaló hoy Moody’s Investors Service.
Según el reporte titulado “Latin American Oil and Gas Companies Face Risk from Push for Debt-Financed Growth”, las compañías utilizan deuda para financiar sus demandantes programas de inversión de capital.
El informe comprende a Ecopetrol, con sede en Colombia; PDVSA de Venezuela; Pemex de México; Petrobras de Brasil; e YPF de Argentina.
Todas estas compañías son las más grandes de sus respectivos países y son recursos esenciales de ingresos para sus gobiernos.
“Las compañías petroleras paraestatales de América Latina invierten agresivamente para satisfacer las necesidades energéticas de sus naciones”, indicó Nymia Almeida, vicepresidente y senior Credit Officer de Moody’s.
“Gastarán más de US$ 100,000 millones anuales en los próximos años para financiar sus proyectos offshore y la deuda que tendrán que contratar representará un riesgo adicional para los tenedores de bonos”, agregó.
Las compañías que analiza Moody’s gozan de altos niveles de soporte gubernamental, indica Almeida, pero algunas enfrentan importantes riesgos operativos y políticos.
La guerra con el movimiento de insurgencia de las FARC en Colombia genera frecuentes ataques a la infraestructura energética del país, lo cual podría limitar el incremento en la producción de Ecopetrol, y en México Pemex depende de la debida ejecución de la nueva ley energética para lograr sus objetivos de producción.
Del grupo, Petrobras es la que enfrenta el mayor riesgo operativo y se encuentra obstaculizada por las políticas de precio de la gasolina y el diésel que establece Brasil, mientras que Argentina y Venezuela presentan condiciones difíciles para YPF y PDVSA, respectivamente, y desde luego para los negocios en general.
Sin embargo, Moody’s señaló que aunque la participación de un gobierno a menudo debilita el modelo de negocio de una petrolera, también puede reducir sus costos de endeudamiento y facilitar el acceso al mercado, aun si se deterioran sus indicadores crediticios.
“Todas las compañías que analizamos, excepto Petrobras, tienen fuertes indicadores de rentabilidad antes de impuestos, mientras que sus márgenes varían en parte debido a las distintas condiciones geológicas y a las proporciones de petróleo y gas que producen”, comentó Kijana Mack, analista asociado y coautor del reporte.