Según el Plan Nacional de Infraestructura Educativa al 2025 que se presentará en unos días, existen 113,744 instituciones educativas en las que urge intervenir, sostiene el viceministro de Gestión Institucional del Ministerio de Educación, Jack Zilberman.
Explicó que este análisis les permite construir la línea base para la rehabilitación y edificación de los centros educativos, con los planes de corto, mediano y largo plazo.
El número de colegios que enfrentan esta situación representa el 48% de la oferta educativa.
Jack Zilberman explica que el procedimiento a seguir será gradual, y esperan para el año 2025, cubrir al menos con el 60% de las necesidades de infraestructura, según lo establece el plan.
El monto a invertir que se requiere para el cierre de la brecha de infraestructura educativa asciende a los S/ 100,499 millones.
Inicio de clases
Las lluvias atípicas de inicios de año han generado que las obras de mejora en la infraestructura de servicios educativos nacionales sean priorizados. Es así que, cerca de la mitad del presupuesto ya han sido desembolsados para acondicionar los ambientes escolares y los mobiliarios.
“Hemos transferido a las regiones S/. 180 millones para mantenimiento y se trasferirán, en una segunda etapa, otros S/.180 millones más. Asimismo, se destinarán S/. 100 millones adicionales para atender emergencias por lluvias y friaje”, sostuvo Jack Zilberman.
También, dijo que de los 556 locales escolares que se encuentran en 14 regiones afectadas por las lluvias, el 80,6% de los mismos ya cuentan con los servicios habilitados, y que además se han enviado 101 aulas pre fabricadas para 37 Instituciones Educativas.
Zonas priorizadas
Refiere que en este esfuerzo se han priorizado las regiones de Tumbes, Piura, Lambayeque, Ica y Loreto, pero que están listas para el inicio de las clases escolares que se inicia el lunes 13 de marzo, de manera oficial.
“El problema no está en los colegios, sino en los accesos que se han complicado por las lluvias”, remarcó.
Cabe precisar que depende de cada región la modificación del inicio de las clases escolares, según las condiciones climáticas que puedan sustentar.