En la agenda del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) está impulsar la inserción al mercado laboral de las mujeres, ya sea a través de contratos con entidades públicas y privadas, pero también está el camino de las ideas de emprendimiento.
Sin embargo, la titular del MIMP, Marcela Huaita, indicó que muchas mujeres inician estos emprendimientos por “necesidad” y no por oportunidad, como ocurre con los emprendimientos de varones.
Precisó que los emprendimientos femeninos muchas veces se inician porque las mujeres están al frente de una familia y tienen hijos, y para satisfacer la necesidad de alimentarlos es que inician un emprendimiento.
“Entonces salen al mercado con un bien o un servicio que produce, sin embargo no han hecho un estudio de mercado, no han estado capacitadas y esto hace que su emprendimiento tenga pocas posibilidades de tener éxito y hay una alta tasa de fracaso”, comentó a gestion.pe.
La ministra enfatizó que el emprendimiento femenino tiene una serie de retos y el primero es mejorar las condiciones en las que surgen estas iniciativa, seguido de que las mujeres muchas veces son víctimas de actos de violencia.
“Cuando hay situaciones de violencia pues hay que darle atención de salud a esa mujer emprendedora, y si le toma tres días pues eso le ‘come’ la ganancia de su negocio y tenga mínimas posibilidades”, detalló.
En ese sentido, manifestó que esos y otros factores ocasionan que la tasa de fracaso o mortalidad de emprendimientos femeninos sea “bastante alta”.
“En el caso de las mujeres, que salen al mercado por una situación de necesidad, tenemos que el 26% de esos emprendimientos muchas veces están condenados al poco éxito o al fracaso, porque no tienen un buen análisis del mercado”, detalló.
Por ello, adelantó que el MIMP, en representación del Estado, tiene previsto tomar medidas para fortalecer las capacidades de las mujeres emprendedoras.
“En el marco del programa Yachay, hemos emprendido una línea de fortalecimiento de capacidades de emprendimientos económicos para generen sus ingresos y evitar que sus niños salgan a la calle”, anotó.
Los tres objetivos específicos que se buscan son: mejorar el autoestima de las mujeres emprendedoras; mejorar sus conocimientos de planes de negocios; generarles habilidades en un producto determinado.