(Bloomberg).- El Reino Unido necesita una inmigración neta de al menos 200,000 personas al año para evitar “consecuencias catastróficas” para la economía, según un informe del grupo de investigación Global Future.

Políticos de ambos lados del espectro están defendiendo la reducción de la inmigración en la antesala de las elecciones del 8 de junio, señala el informe. Pero necesitan ser más honestos sobre los beneficios y “desafiar el supuesto de que menos inmigración sería bueno para Gran Bretaña”.

“Menos inmigrantes será malo para la economía, la empresa, las finanzas y los servicios públicos de Gran Bretaña”, dijo Gurnek Bains, fundador de Global Future. “Ahora hay líderes políticos de todo el espectro que o bien pretenden que una baja inmigración resolverá cualquier problema o complotan en este engaño”.

Muchos sectores de la economía, incluyendo la enfermería y la construcción, ya están en una “escasez de mano de obra”, según el informe del grupo con sede en Londres. Mientras tanto, varios sectores no calificados son “enormemente dependientes” de los trabajadores de la Unión Europea debido a la dificultad de reclutar trabajadores locales.

La primera ministra, Theresa May, ha vuelto a comprometer a su partido conservador con su objetivo de reducir la migración a decenas de miles si gana las elecciones de junio. Global Future dijo que las necesidades de inmigración neta podrían llegar a ser “más de” 250,000 al año, con una cifra menor si el crecimiento económico se trunca.

La migración neta se situó en un casi récord de 335,000 en los 12 meses a junio del 2016, según cifras oficiales.